Oslo. – La hija mayor de los reyes de Noruega, la princesa Marta Luisa, se casa el sábado en segundas nupcias con un autoproclamado “chamán”, el estadounidense Durek Verrett, una relación que desde siempre ha causado revuelo en el país escandinavo.
Marta Luisa, de 52 años, asegura que tiene una suerte de clarividencia y que es capaz de comunicarse con los ángeles, un don del que ha sacado rédito impartiendo cursos y escribiendo libros. Su pareja, de 49 años, se presenta como un “chamán de sexta generación” que vende, a precio de oro, un medallón supuestamente salvador. ”Soy muy espiritual, es tan bueno estar con alguien que me apoya”, comentó la princesa en Instagram en junio de 2022, unos días después de anunciar su compromiso.
Tras cinco años de relación, Marta Luisa y Durek Verrett se casarán el sábado en un hotel situado en la zona alta de Geiranger, un pueblo turístico de un fiordo de la costa oeste de Noruega, declarado patrimonio de la Unesco, aunque los festejos comienzan este jueves. Unos 380 invitados, entre los que se cuentan la princesa heredera, Victoria de Suecia, y su esposo, el príncipe Daniel.
Este lunes se anunció que los reyes Harald y Sonia asistirán a la boda de su hija, junto con los príncipes Haakon y Mette-Marit, quienes estarán acompañados por sus hijos, la princesa Ingrid, segunda en la línea de sucesión al trono y futura Reina, y el príncipe Sverre. En medio de la investigación en su contra por denuncias de violencia presentadas por sus exparejas, Marius Borg Høiby -hijo de Mette-Marit de una relación anterior- no fue incluido en la lista de confirmados.
También estará presente la princesa Astrid, de 92 años y hermana del monarca. La familia real “espera con entusiasmo asistir al enlace”, dice un comunicado.
Según informó Billed Bladet, Ingrid de Noruega, que actualmente está en plena formación militar, solicitó un permiso para poder viajar a Geiranger y estar presente en la boda de su tía.
Durante el tiempo que estén en Geiranger, a 444 kilómetros de Oslo, los representantes de la monarquía noruega se alojarán en el barco real, una nave de 80 metros de eslora, 1628 toneladas, que fue construido en Inglaterra en 1937.
Princesa Marta Lucia de Noruega renuncia a las funciones oficiales
Para Durek Verrett esta será la segunda vez que se case con Marta Luisa ya que, afirma, él ya estuvo casado con la princesa en una vida anterior. Además, el guía espiritual, que cuenta entre sus adeptos a estrellas como Gwyneth Paltrow y Antonio Banderas, afirma que, en otra vida, fue faraón.
Unas excentricidades que provocan escalofríos en el país escandinavo, así como la forma que tiene la pareja de ganar dinero, con teorías pseudocientíficas y aprovechándose de su pertenencia a la familia real. Para poner fin a la confusión de roles, Marta Luisa tuvo que renunciar a todas sus funciones oficiales en 2022. Sin embargo, fue sorprendida varias veces desde entonces incumpliendo su compromiso, como cuando puso en venta una botella de ginebra con motivo de la boda en la que se alude explícitamente a su posición de princesa.
«Puesto que el acuerdo no se está respetando, ha llegado el momento de retirarle a Marta Luisa el título de princesa, antes de que el rey Harald vea la obra de su vida aún más estropeada”, defendió el historiador Trond Norén Isaksen, especialista en la realeza, en un artículo publicado a principios de julio. La pareja también ha suscitado resquemores los medios noruegos al otorgarle la exclusiva de las fotos y del video de su boda a la revista ¡Hola! y a Netflix.
En mayo de 2019, Marta Luisa, una activa tiktoker e instagrammer, hizo público en redes sociales su romance con el guía espiritual de celebridades y cercano a Gwyneth Paltrow. “No elijo a mi hombre para agradar a nadie”, declaró, anticipándose a las críticas que sabía que recibiría. “Cuando encuentras a tu alma gemela, lo sabes. Y yo tuve la suerte de encontrar la mía… Me hizo darme cuenta de que el amor incondicional existe en este mundo”, expresó. Se habían conocido en la primavera europea de ese año a través de una amiga que estaba convencida de que eran perfectos el uno para el otro, pero cuando su relación se hizo pública, comenzaron a recibir críticas e incluso amenazas racistas, según ellos.
Impacto
Marta Luisa, madre de tres hijas fruto de su anterior matrimonio con el escritor noruego Ari Behn -de quien se divorció en 2016-, es la cuarta en el orden de sucesión. Aunque sea dos años menor que ella, será su hermano, el príncipe Haakon, quien suceda al rey Harald en el trono, pues cuando nacieron los hijos del soberano todavía no regía la regla de primogenitura independientemente del sexo.
Las extravagancias de la pareja de Marta Luisa y el chamán socavan la popularidad de la familia real, aunque sigue siendo alta. El apoyo a la monarquía entre la población del país pasó de un 81% en 2017 a un 67% en 2023, según una encuesta reciente de la cadena pública NRK. La familia real se vio hace poco sumida en un escándalo porque el hijo mayor de la princesa heredera Mette-Marit, Marius Borg Høiby, admitió haber agredido a su novia, bajo los efectos del alcohol y de la cocaína.
Respecto a Marta Luisa, es sobre todo el “chamán Durek” el que se lleva las críticas, principalmente por unos juicios por sus discursos espirituales y teorías conspirativas. En una de sus obras, da a entender que el cáncer es una elección y aboga por unos ejercicios para borrar “la huella” vaginal de las mujeres que se hayan acostado con varias personas. También asegura que su medallón, el “Spirit Optimizer”, que se vende por 222 dólares, lo habría ayudado a superar el Covid-19.
Pese a afirmar que comprende que sus posiciones puedan causar desconcierto, el chamán estadounidense se considera víctima de racismo. ”Creo que [la razón por la que] la gente tiene un problema [con nuestra relación] y por el que gente blanca nos escribe todo este odio y amenazas de muerte por estar juntos es porque […] no quieren ver a un hombre negro en la familia real”, afirmó.
Por su parte, el rey Harald, de 87 años, se ha mostrado indulgente y ha aludido a un simple “choque cultural”. En su día, el soberano también tuvo que pelear para defender la posición de su amada, Sonia -una plebeya-, en la familia real. Ante la pregunta sobre su opinión sobre su futuro yerno, contestó: “Es un buen chico, de hecho, y muy divertido”, declaró un día. “No estamos de acuerdo en todo pero podemos vivir con nuestras diferencias”, subrayó.
Agencia AFP