Seúl, 27 nov (EFE). – Los ejércitos de Corea del Sur, Japón y EE.UU. han realizado ejercicios navales combinados que han contado con la participación del portaaviones de propulsión nuclear estadounidense USS Carl Vinson.
En respuesta al reciente lanzamiento de un satélite espía por parte de Corea del Norte.
El ejercicio tuvo lugar el domingo en aguas cercanas a la isla surcoreana de Jeju, según informó en un comunicado la Marina surcoreana.
Respuesta regional: ejercicios navales
Además del USS Carl Vinson, que arribó la semana pasada al puerto de Busan (unos 350 kilómetros al sureste de Seúl).
Ejercicios de defensa aérea y marítima participaron el destructor surcoreano ROKS Sejong el Grande, el destructor nipón JS Kirisame y los destructores estadounidenses USS Kidd y USS Sterret.
“El ejercicio fue diseñado para fortalecer la cooperación entre la República de Corea (nombre oficial de Corea del Sur), Estados Unidos y Japón.
Sus capacidades operativas en un contexto en el que las amenazas nucleares y de misiles de Corea del Norte son cada vez más sofisticadas.
Tal y como demuestra el lanzamiento de un satélite de reconocimiento usando tecnología de misiles balísticos”, explica el comunicado.
La preocupación de Corea del Sur, Japón y EE.UU.
Pionyang lanzó el martes el mencionado satélite, una acción condenada por Seúl, Tokio y Washington, que han recordado que viola sanciones de la ONU, las cuales prohíben a Pionyang usar tecnología de misiles balísticos.
Aunque se desconoce el tipo de resolución de las imágenes que capta el nuevo satélite norcoreano.
Pionyang ha dicho que ha tomado fotos de bases estadounidenses en Guam o Hawái, así como de diversas instalaciones militares en Corea del Sur.
Supondría un importante salto para el Ejército norcoreano y que mejoraría sus capacidades para realizar ataques preventivos.
Reconfiguración geopolítica
Tras el fracaso de las negociaciones sobre desnuclearización con Washington en 2019, Pionyang aprobó un plan de modernización armamentístico.
Incluye desplegar satélites militares y ha implicado la realización de infinidad de pruebas de misiles.
Además de rechazar el reinicio del diálogo y buscar un mayor acercamiento con Pekín y Moscú.
Mientras, Seúl y Washington han reforzado la cooperación militar con Tokio y fortalecido su mecanismo de disuasión desplegando cada vez con más frecuencia activos estratégicos estadounidenses en la península, como es el caso del portaaviones USS Carl Vinson.
Fuente: EFE