Santo Domingo. – El presidente de la República, Luis Abinader, celebró la decisión tomada por el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sobre autorizar una fuerza multinacional de seguridad en Haití, ante la ola de violencia que atraviesa esa nación desde hace varios años, agravada por el asesinato de su jefe de Estado, Jovenel Moise, en el 2021.
Abinader dijo que esta decisión resulta en un significativo avance para la pacificación de Haití, al tiempo de abogar por un proceso definitivo de desarrollo institucional y económico en beneficio de los haitianos.
La idea de una intervención extranjera en la isla ha sido planteada en numerosas oportunidades por Haití. Luego de dos años del asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, hay un gobierno interino que se ha negado a llamar a elecciones.
El argumento es que en el clima de inseguridad e inestabilidad que tiene el país no se pueden realizar los comicios. Luego de diversos diálogos promovidos por la Comunidad del Caribe (Caricom) en los que los diversos actores políticos piden reestablecer el órden democrático, el gobierno insistió en que el paso previo es la realización de una misión que logre reestablecer para el estado el monopolio de la fuerza, perdido a mano de bandas criminales que controlan buena parte del territorio.
También en la Organización de Estados Americanos (OEA) que tiene creado un grupo de trabajo para dar seguimiento a la crisis en el país, se discute cómo ayudar a la isla a reestablecer el orden democrático.
Todos coinciden en que la única forma de hacerlo es primero mejorando las condiciones de seguridad. El gobierno insiste que perdió el monopolio de la fuerza y que el país está dominado por bandas criminales que son mucho más poderosas que la Policía local.
Según los últimos datos divulgados por Naciones Unidas, desde enero hasta el 15 de agosto de este año al menos 2.400 personas fueron asesinadas y 902 heridas en la isla. Además los secuestros siguen en aumento, lo que hace que incluso las organizaciones internacionales o los organismos multalaterales tengan una presencia reducida, en un país que necesita asistencia. En lo que va del año, al menos 950 personas fueron secuestradas.