Santo Domingo. – El Banco Central de la República Dominicana (BCRD), en su reunión de política monetaria de marzo de 2023, decidió mantener invariable su tasa de interés de política monetaria (TPM) en 8.50 % anual. Asimismo, la tasa de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) permanece en 9.00 % anual y la tasa de depósitos remunerados (Overnight) continúa en 8.00 % anual.
Esta decisión se basa en una evaluación exhaustiva del comportamiento reciente de la economía, especialmente de la inflación, y de las recientes turbulencias de los mercados financieros globales que aumentaron la incertidumbre externa. En ese orden, se mantiene la moderación en los precios internacionales de las materias primas, especialmente del petróleo, al tiempo que continúan reduciéndose los costos del transporte de contenedores y las disrupciones en las cadenas de suministros globales. A nivel doméstico, la dinámica inflacionaria continúa respondiendo favorablemente al programa de restricción monetaria y a la moderación de la demanda interna, así como a los subsidios implementados por el Gobierno.
En efecto, la variación mensual del índice de precios al consumidor (IPC) fue de 0.11 % en febrero; contribuyendo a una reducción en la inflación general de 326 puntos básicos al pasar de un máximo de 9.64 % en abril de 2022 a 6.38 % en febrero 2023, previéndose que en marzo la inflación interanual pudiera ubicarse por debajo del 6 %. En tanto, la inflación subyacente, que excluye los componentes más volátiles de la canasta que no son influenciados directamente por la política monetaria, también muestra una tendencia a la baja, al pasar de 7.29 % en mayo del 2022 a 6.40 % en febrero de 2023.
Es importante reiterar que, el BCRD incrementó gradualmente su tasa de política monetaria (TPM) en 550 puntos básicos entre noviembre de 2021 y octubre de 2022, manteniendo una pausa durante los últimos cinco meses. La reacción monetaria oportuna ha facilitado un aumento importante en la tasa de interés interbancaria nominal y una disminución en las expectativas de inflación, provocando que la tasa interbancaria real se encuentre cerca de cinco puntos porcentuales por encima de su nivel neutral estimado, lo que está contribuyendo a una moderación de la demanda interna y a una caída más acelerada en la inflación.
En adición, los agregados monetarios se han desacelerado de forma notable, especialmente el medio circulante (M1), que ha pasado de crecer de un máximo de 30 % interanual durante 2021 a expandirse por debajo del 10 % en marzo de 2023, reflejando la normalización de la oferta monetaria como resultado de las medidas adoptadas. Por otro lado, el crédito privado en moneda nacional comienza a dar señales de moderación, pasando de un crecimiento interanual cercano al 15 % a finales de 2022 a una expansión de aproximadamente 12.5 % en marzo de 2023.
Además, desde el inicio del ciclo de incrementos de TPM se ha observado un aumento en las tasas de interés de la banca múltiple, principalmente en la tasa de interés pasiva. De esta forma, se ha mantenido un diferencial de tasas de interés favorable respecto a la de los Estados Unidos de América (EUA), contribuyendo a mayores flujos de capitales y de inversión extranjera al país, además de incentivar el ahorro en moneda nacional.
Bajo las previsiones actuales, se estima que tanto los niveles de liquidez de la economía como la TPM se encuentran en un nivel adecuado para que la inflación converja al rango meta de 4 % ± 1 % para mediados del año 2023, conforme siga operando el mecanismo de transmisión de la política monetaria. El Banco Central continuará dando seguimiento a las condiciones económicas, fundamentalmente al retorno de la inflación al rango meta a mediados de año, y evaluando los espacios para tomar oportunamente las medidas que contribuyan a que el crecimiento económico retorne gradualmente a su potencial y que preserven la estabilidad macroeconómica.
En el entorno internacional, Consensus Forecasts ha revisado ligeramente al alza las perspectivas de crecimiento mundial en los últimos meses, proyectando un 2.0 % para el año 2023. En tanto, las presiones inflacionarias globales continuarían moderándose asociadas a menores precios de los commodities durante el presente año.
En EUA, el crecimiento fue de 2.1 % en 2022 y se espera que se modere hasta 1.0 % en 2023, de acuerdo con Consensus. Por otro lado, la inflación interanual de ese país ha continuado desacelerándose hasta situarse en 6.0 % en febrero de 2023, si bien se mantiene por encima de su meta de 2.0 %. En este contexto, la Reserva Federal (Fed) incrementó en su reunión de marzo la tasa de interés de fondos federales en 25 puntos básicos, acumulando un aumento de 475 puntos básicos desde marzo de 2022. No obstante, en un contexto de mayor incertidumbre en los mercados financieros internacionales, los analistas esperan que la Fed implemente una postura menos restrictiva durante el segundo semestre del año.
En la Zona Euro (ZE), la actividad económica se expandió en 3.5 % en 2022, mientras que para 2023 se proyecta un crecimiento de apenas 0.6 %, afectado por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. En tanto, la inflación interanual se ha moderado hasta 6.9 % en marzo, aunque permanece elevada con relación a la meta de 2%. El Banco Central Europeo aumentó su TPM en 50 puntos básicos en su reunión de marzo, acumulando incrementos por 350 puntos básicos desde julio de 2022, y ha anunciado que está dispuesto a continuar respondiendo según sea necesario para garantizar el retorno a la meta de inflación y la estabilidad financiera en este bloque de países.
En América Latina, los bancos centrales mantienen tasas de política monetaria significativamente por encima de los niveles previos a la pandemia, como Argentina (tasa de referencia en 78.00 %.), Brasil (13.75 %), Colombia (13.00 %), Uruguay (11.50 %), Chile (11.25 %), México (11.25 %), Costa Rica (8.50 %), Paraguay (8.50 %), Rep. Dominicana (8.50 %), Perú (7.75 %), Nicaragua (7.00 %) y Guatemala (4.75 %). Como resultado, la mayoría de los bancos centrales ha alcanzado una postura restrictiva y han realizado en los últimos meses una pausa en los ciclos de aumentos de TPM.
En el entorno doméstico, la economía se expandió en 4.9 % durante 2022, contribuyendo a la mejoría en los principales indicadores del mercado laboral. En el mes de febrero de 2023 se observó un crecimiento interanual de 1.8% en el Indicador Mensual de Actividad Económica, por lo que la expansión promedio en los dos primeros meses del año fue de 1.1 %. La moderación que se prevé en la actividad económica para el primer trimestre del año está asociada a una desaceleración de la demanda interna, así como al deterioro del entorno internacional, que ha sido afectado por un menor crecimiento de nuestros principales socios comerciales y el aumento de la incertidumbre por la volatilidad en los mercados financieros globales luego del colapso de varias instituciones bancarias en EUA y Europa.
Hacia adelante, se prevé que la economía retome gradualmente una senda de expansión que le permita alcanzar un crecimiento entre 4.0% – 4.5% para el cierre del año, apoyada en el dinamismo del turismo y una mayor inversión pública. Estas proyecciones son consistentes con lo esperado por organismos internacionales, como el FMI y el Banco Mundial, que sitúan al país como uno de los de mayor crecimiento en la región.
Por otro lado, el buen desempeño de las actividades generadoras de divisas ha contribuido con la estabilidad del peso dominicano, que registra una apreciación acumulada en torno a 2.2 % en marzo de 2023. Este comportamiento del sector externo ha facilitado el fortalecimiento de las reservas internacionales, que superan los US$16,000 millones, equivalentes a cerca de 13.3 % del PIB y más de seis meses de importaciones, por encima de las métricas recomendadas por el FMI.
Es importante resaltar que la República Dominicana se encuentra en una buena posición para continuar enfrentando el desafiante panorama internacional, tomando en cuenta la fortaleza de los fundamentos macroeconómicos y la robustez de las entidades financieras locales. Ante las turbulencias financieras observadas recientemente en los mercados internacionales, es importante reiterar que el sistema financiero dominicano no posee exposición directa con ninguna de las instituciones financieras que han presentado problemas, además de encontrarse con altos niveles de solvencia y capitalización, con baja morosidad y excelentes niveles de rentabilidad. El Banco Central de la República Dominicana reafirma su compromiso de conducir la política monetaria hacia el logro de su meta de inflación y el buen funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos.