Santo Domingo. – La periodista Alicia Ortega afirmó que el escándalo de presunta corrupción en el Seguro Nacional de Salud (Senasa) representa una indignación “por partida doble”, al considerar que los hechos revelados por el Ministerio Público muestran no solo un esquema de saqueo millonario, sino también una peligrosa normalización de la corrupción.
Durante su comentario en Noticias SIN, Ortega sostuvo que, según la acusación oficial, se trata de “un esquema en el que se reparten miles de millones de pesos mediante contratos amañados, facturación ficticia y empresas de fachada”.
“Se pagan sobornos millonarios, se delatan selectivamente y, como resultado, muchos conservan fortunas obscenas, burlándose tanto de la justicia como de la ciudadanía que financió ese saqueo”, expresó.
La comunicadora criticó con firmeza el argumento de algunos implicados que alegan haber sido obligados o extorsionados para pagar sobornos, calificándolo como “profundamente cínico”.
“Nadie obliga a corromperse. Corromperse es una decisión consciente, tomada para mantener y multiplicar contratos jugosos que enriquecen los bolsillos de quienes hoy se presentan como víctimas”, afirmó.
Ortega señaló que ese discurso no demuestra inocencia, sino que “revela cobardía moral, complicidad activa y la normalización de un sistema podrido en el que todos ganan, menos el país”.
“Aquí no hubo héroes forzados por las circunstancias. Hubo beneficiarios dispuestos a pagar para seguir cobrando”, subrayó, al advertir que el engranaje corrupto funcionó porque “demasiados decidieron mirar hacia otro lado mientras el dinero público se drenaba sin consecuencias reales ni castigos ejemplares”.
Finalmente, la periodista planteó una reflexión directa sobre el impacto social del caso:
“La pregunta es inevitable: ¿qué mensaje estamos enviando a nuestros hijos, a nuestros nietos, a los funcionarios y empresarios de hoy o de mañana que enfrenten la misma tentación?”
“El mensaje parece muy simple: reparte sobornos, hazte millonario y, si te descubren, di que te extorsionaron, que fuiste obligado, que eres una víctima del sistema, y luego vete tranquilamente a tu casa”, concluyó.
Para Ortega, este escenario constituye “no solo un fracaso judicial; es un fracaso moral como sociedad y una traición a las personas más vulnerables, muchas de las cuales tal vez pagaron con la muerte”.
