Santo Domingo. – El Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA) volvió a convertirse en escenario de emociones intensas con la llegada de cientos de dominicanos residentes en el exterior, quienes retornan al país para reencontrarse con sus familias durante las festividades navideñas.
Abrazos prolongados, sonrisas cargadas de nostalgia y lágrimas de felicidad marcaron el ambiente en la terminal aérea, donde cada llegada representó una historia de reencuentro y afecto renovado. Para muchos, este viaje simboliza más que unas vacaciones: es el regreso a sus raíces y a los lazos que los unen a su tierra.
La música típica dominicana acompañó el recibimiento. Al ritmo del merengue, familiares esperaban con banderas, flores y teléfonos móviles listos para capturar el emotivo momento del reencuentro, convirtiendo el AILA en una verdadera fiesta colectiva.
Más allá del aspecto emocional, la llegada de la diáspora dominicana tiene un impacto significativo en la economía nacional, dinamizando sectores como el comercio, el turismo y los servicios, además de fortalecer el vínculo cultural entre quienes viven fuera del país y su lugar de origen.
Cada diciembre, este flujo de viajeros reafirma una tradición profundamente arraigada: volver a casa para compartir, celebrar y mantener viva la conexión con la República Dominicana.
