Santo Domingo. – El endeudamiento del Estado volvió a generar controversia en el Congreso Nacional, luego de que la Cámara de Diputados aprobara de urgencia y en dos lecturas consecutivas una nueva emisión de bonos por más de RD$400 mil millones, apenas semanas después de autorizar préstamos adicionales que rondan los RD$15 mil millones.
La decisión provocó fuertes cuestionamientos desde la oposición, cuyos legisladores advierten que estos recursos no estarán dirigidos a inversión productiva, sino a cubrir un presupuesto altamente deficitario y a sostener el gasto corriente del Gobierno.
Representantes de la Fuerza del Pueblo y del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) coincidieron en que la mayor parte del financiamiento aprobado no se traducirá en obras de impacto, sino en nómina, compromisos administrativos y pago de deudas previas.
El vocero del bloque del PLD en la Cámara Baja, Gustavo Sánchez, calificó la aprobación como una señal clara de falta de disciplina fiscal, al tiempo que cuestionó la rapidez con la que se han autorizado estos montos.
“Estamos aprobando bonos para sostener un presupuesto deficitario. Antes de seguir endeudando al país, se pudo haber esperado una reforma fiscal integral”, expresó el legislador.
Sánchez aseguró que nunca antes el Congreso había aprobado una cantidad similar de financiamiento en tan corto período, y advirtió que la deuda pública ya supera los US$76 mil millones, mientras que el déficit fiscal real podría rondar el 4.7 % del PIB, por encima de las cifras oficiales.
El diputado también criticó la estructura del gasto contenida en el presupuesto vigente, señalando que incluye incrementos en nóminas, incentivos y publicidad, mientras la inversión de capital se mantiene limitada.
“Estamos tomando préstamos para pagar préstamos, bonos para pagar bonos y para sostener el aumento del gasto corriente”, enfatizó.
Finalmente, el legislador hizo un llamado a reforzar la fiscalización del uso de estos recursos a partir del próximo año, involucrando a los órganos de control y a los medios de comunicación, ante lo que describió como un creciente malestar social alimentado por el endeudamiento y los recientes escándalos de corrupción.
