Cada creación tiene un punto de partida, y para el vestido de gala que lució Lina Luaces en el certamen donde fue coronada Miss Cuba 2025, la inspiración nació de una conexión inmediata entre la modelo y el diseñador venezolano Nidal Nouaihed.
“Conozco a Lina a través de una conversación de unos cinco minutos e inmediatamente me conecté con el color verde”, relató Nouaihed en entrevista con People en Español. La propuesta resonó de inmediato con Luaces, quien reveló que ese era su color favorito y lo considera un amuleto de la suerte.
Desde Venezuela, donde reside, Nouaihed diseñó a distancia la pieza, enfrentando el reto de que Lina estaba en Miami. Aun así, aseguró que desde el inicio supo que el vestido le quedaría perfecto. “Cuando se lo colocamos, le quedó perfecto”, comentó. La confección tomó un mes y fue realizada por un equipo de 22 personas. El 85 % del vestido fue cosido a mano y se utilizaron cristales en tonos lima y jade, conocidos como verde peridot.
“Quise destacar un poquito el detalle de los hombros. Le dimos un relieve 3D manualmente para darle ese efecto como si ella estuviera dentro del traje y la abrazara. Eso fue muy bonito, le encajó perfecto y le dio ese aire de reina”, explicó.
Pero más allá del diseño, el momento que más marcó al artista fue ver cómo la energía del vestido coincidía con la de su portadora: “El brillo de sus ojos era como el de los cristales del vestido. La energía que llevaba el vestido era tan positiva que todo fluyó con el universo”.
Nouaihed, quien también vistió a Sheynnis Palacios la noche en que se coronó Miss Universo 2023, dijo que ambas experiencias compartieron una misma esencia: todo fluyó “a su tiempo y al de Dios”, sin ajustes ni retrasos.