Puerto Príncipe, 12 oct (EFE). – El cierre de la frontera de la República Dominicana con Haití desde hace casi un mes tiene un impacto «limitado» sobre la inseguridad alimentaria aguda en este país, según informó este jueves una organización estadounidense.
La República Dominicana, que comparte con Haití la isla La Española, dispuso el 15 de septiembre el cierre completo de la frontera como respuesta a la construcción de un canal que busca la toma de aguas del río fronterizo Masacre a territorio haitiano.
Pero, «aparte de los condimentos y ciertos productos de huertos, los productos importados de la República Dominicana tienen una importancia relativamente limitada en la dieta típica haitiana», afirmó la organización estadounidense Red de Sistemas de Alerta Temprana contra la Hambruna (Fews Net) en un comunicado.
El 95 % del arroz, alimento básico en la dieta típica haitiana, llega importado de Estados Unidos, señaló la entidad, una de los principales proveedores mundiales de alerta temprana y análisis de la inseguridad alimentaria aguda.
Las principales causas de la inseguridad alimentaria en Haití, donde casi la mitad de la población padece hambre aguda, siguen siendo el terror que imponen la bandas armadas, situación que perturba las actividades económicas, la sequía, las altas temperaturas, la falta de empleo y la inflación, apuntó la organización.
Los cinco departamentos (Noreste, Norte, Centro, Sureste y Oeste) que podrían verse más afectados por el cierre de la frontera por parte del Gobierno de la vecina nación «ya están en crisis», apuntó Fews Net.
«Sigue siendo posible un aumento de la población en crisis, al menos a corto plazo. Sin embargo, el impacto del cierre de la frontera se verá mitigado por el comercio informal, las fuentes estacionales de alimentos e ingresos y las festividades de fin de año», según la institución.
A pesar del ultimátum de la República Dominicana para detener la construcción del canal, que es una iniciativa del sector privado, el Gobierno haitiano ha defendido el derecho de la población a utilizar el agua del río Masacre, una cuestión que la vecina nación denunció este jueves ante la Organización de Estados Americanos (OEA).
El Gobierno del primer ministro, Ariel Henry, ha pedido al Ministerio de Agricultura que se encargue de la finalización del canal para satisfacer las necesidades de agua de los agricultores.
La disponibilidad de agua de riego en la zona de Maribaroux, segunda llanura arrocera del país después de la de Artibonite, mejorará probablemente la producción agrícola de las comunas de Ouanaminthe y Ferrier, al menos a mediano plazo, a partir de este canal.
«Dado que el agua es uno de los principales factores que limitan el desarrollo agrícola en Haití, la construcción de este y otros canales a lo largo del río Masacre, de acuerdo con los deseos del pueblo haitiano, contribuiría a aumentar la producción agrícola nacional y, por consiguiente, a mejorar la disponibilidad local de alimentos en un futuro próximo», concluyó Fews Net.
Casi un mes después del cierre de la frontera, el Gobierno dominicano decidió ayer reabrir al comercio fronterizo, aunque limitado, pero Haití mantuvo cerrada la puerta por Ouanaminthe, fronteriza con la dominicana Dajabón, imposibilitado la entrada a territorio dominicano de sus ciudadanos. EFE