Remesas familiares recibidas
Total recibido por mes 2019 – 2022 – Millones US$
Santo Domingo, República Dominicana. El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) informa que en el año 2022 las remesas recibidas lograron una cifra de US$9,856.5 millones, un valor consistente con los pronósticos de la institución.
La institución indica que, particularmente en el mes de diciembre de 2022, las remesas sumaron US$944.2 millones, registrando un incremento de 0.4 % respecto al mismo mes de 2021, y un 43.8 % respecto a 2019, año previo a la pandemia. Este resultado es el tercer aumento interanual registrado desde el pasado mes de octubre y reafirma el establecimiento del nuevo nivel de flujos de remesas mensuales por encima de US$800.0 millones. En ese sentido, al comparar este monto de diciembre de 2022 con el valor promediado en el mismo mes para el período prepandemia de 2015-2019, que fue de US$563.1 millones, se observa un aumento importante. Estos recursos aportados por la diáspora, sin lugar a duda tienen un efecto multiplicador sobre el consumo, la inversión y el financiamiento de los sectores más vulnerables.
El BCRD explica que el desempeño económico de los Estados Unidos fue uno de los principales factores que incidió sobre el comportamiento de las remesas, ya que desde ese país provino el 84.4 % de los flujos en promedio. Específicamente en el mes de diciembre, se recibieron US$671.2 millones desde ese país, representando el 83.3 % de los flujos de diciembre recibidos por canales formales. Durante dicho mes, el desempleo de esa nación se ubicó en 3.5 %, su nivel más bajo desde el inicio de la pandemia del COVID19, habiendo finalizado el 2021 en torno al 3.9 %. El desempleo de la población hispana en EEUU, particularmente, pasó de 4.9 % en diciembre de 2021 a 4.1 % en diciembre de 2022.
El Banco Central destaca la recepción de remesas por canales formales desde otros países en el mes de diciembre, como España, por un valor de US$53.1 millones, un 6.6 % del total, siendo este el segundo país en cuanto a total de residentes de la diáspora dominicana en el exterior se refiere; así como Haití e Italia, con 1.3 % y 0.9 % de los flujos recibidos, respectivamente. El resto de la recepción de remesas se divide entre países como Suiza, Canadá y Panamá, entre otros.
Respecto a la distribución de las remesas recibidas por provincias durante diciembre, el BCRD señala que el Distrito Nacional obtuvo la mayor proporción, un 34.7 %, seguido por las provincias Santiago y Santo Domingo, con un 14.0 % y 9.2 %, respectivamente. Esto indica que más de la mitad (57.8 %) de las remesas se recibe en las zonas metropolitanas del país.
Evaluando los flujos de diciembre según el género del receptor, predominan los hombres, con el 51.9 %, mientras que las mujeres captaron el 48.1 % restante de las remesas recibidas por canales formales.
Tras analizar la evolución reciente del sector externo, las estimaciones del BCRD del cierre del 2022 contemplan ingresos de divisas importantes adicionales a las remesas, como exportaciones con cifras récords en torno a los US14,000 millones, ingresos por turismo por encima de los US$8,600 millones, inversión extranjera directa cercana a los US$4,000 millones, y otros ingresos por servicios de alrededor de US$3,000 millones. Todo esto suma más de US$39,300 millones en total, incidiendo sobre la estabilidad relativa del tipo de cambio de tal manera que la moneda nacional se apreció en 2.0 % durante el año.
La institución resalta que este mayor flujo de divisas también permitió la acumulación de reservas internacionales, las cuales terminaron el 2022 sobre los US$14,400 millones, representando un 12.8% del producto interno bruto (PIB) y unos 5.6 meses de importaciones, métricas que superan los niveles recomendados por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Banco Central de la República Dominicana reafirma su compromiso con la vigilancia sobre el entorno económico actual para continuar tomando las medidas necesarias para contrarrestar el impacto en la economía dominicana del desafiante panorama internacional imperante, a fin de garantizar la estabilidad de precios y del mercado cambiario.