El entorno cercano del ruso Vladimir Putin está cada vez más preocupado debido al agravamiento de su estado de salud.
Según reportó el diario británico, Daily Mail, informes revelados por un agente encubierto del Servicio de Inteligencia Rusa (FSB, por sus siglas en ruso) aseguran que al mandatario se le advirtió que solo le quedan tres años de vida.
La fuente relató que el diagnóstico de Putin se trata de una “forma grave de cáncer que progresa rápidamente”. Según explicó el espía, al líder de Moscú le quedan “no más de dos o tres años” y está perdiendo la vista, según informó también el Mirror.
Los informes señalan también que Putin se niega a usar anteojos por temor a que esto sea percibido como una forma de debilidad, y ahora está arremetiendo contra sus subordinados con “furia incontrolada”.
“Los acontecimientos se producen cuando las noticias sobre el deterioro de su salud continúan filtrándose fuera de Rusia desde un canal de Telegram que afirma tener fuentes dentro del Kremlin”, añade el reporte. Según detalla el medio británico, estos últimos datos salierona la lauz porque se habría filtrado “parte de un mensaje secreto del agente ruso al fugitivo y ex agente del FSB, Boris Karpichkov”.
Además, según estos informes, Putin se sometió a una cirugía de cáncer “exitosa” este mes y se está recuperando siguiendo el consejo de los médicos de que el tratamiento era “esencial”.
“La noticia surgió pocas horas antes de que Putin apareciera en la televisión estatal reuniéndose con su aliado Alexander Lukashenko en Sochi, cuando fue captado por la cámara torciendo torpemente los pies mientras su homólogo se sentaba para conversar”, reseñó el Mail.
Pero esta no es la primera vez que el mandatario fue visto haciendo movimientos con sus extremidades en actos públicos. También fue captado por las cámara durante una reunión con el presidente de Tayikistán, Emomali Rahmon, hace una semana. Anteriormente fue visto en medio de actividades, discursos y reuniones públicas con actitudes que levantan sospechas sobre sus intentos de controlar los temblores que le estaría provocando el Parkinson, enfermedad de la que también se especula que padece.
“Los críticos han sugerido que el movimiento giratorio podría ser un intento de encubrir el tipo de espasmos involuntarios causados por el Parkinson, después de que se vio a Putin agitando su brazo y dirigiendo antes de otra reunión con Lukashenko el 18 de febrero”, indica el reporte.
Putin también ha sido visto agarrando los brazos de las sillas y las esquinas de las mesas, todo esto considerado como un esfuerzo por disimular cualquier sacudida.
El medio inglés señala que otros espías también han insinuado el mal estado de salud del líder ruso, advirtiendo que no podía mantener la concentración durante largos períodos de tiempo sin tomar descansos “para recibir tratamiento”.
Christopher Steele, un ex oficial de escritorio del Servicio Secreto británico, conocido como MI6, reveló días atrás que Putin está monitoreado constantemente y acompañado por un equipo de médicos, mientras las versiones de un supuesto plan de sucesión del Kremlin continúan circulando.
Los rumores sobre la salud de Putin comenzaron hace al menos dos años cuando se dijo que sufría tanto de Parkinson como de cáncer, pero han recibido atención renovada a raíz de su invasión de Ucrania.
Pese a los insistentes rumores y la filtración de datos sobre el tema desde Moscú, el Kremlin no se ha pronunciado sobre las últimas acusaciones acerca de la mala salud de Putin, sólo niega regularmente que esté sufriendo algún tipo de dificultad.
“En la noche del lunes 16 al martes 17 de mayo, el presidente ruso, Vladimir Putin, se sometió a una operación quirúrgica. Los médicos que lo atendieron insistieron en que Putin debería ser operado lo antes posible. Según los médicos involucrados en el tratamiento del presidente, la operación fue un éxito”, se infoemó en un canal de Telegram ruso citado por el Mail.
De acuerdo con los registros del medio, Putin estuvo personalmente ausente del espacio de información del 17 al 19 de mayo y no estuvo disponible ni siquiera para su círculo íntimo, con la excepción de Nikolai Patrushev, secretario del Consejo de Seguridad de la Federación Rusa. “Del 17 al 19 de mayo, se publicaron reuniones y mensajes ‘enlatados’ y pregrabados en el espacio de información, y Putin personalmente mantuvo dos conversaciones telefónicas durante este tiempo”, añade al respecto.
Mientras tanto, el jefe de la dirección principal de inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania declaró la semana pasada que Putin se está separando del contacto cercano con sus subordinados para evitar cualquier intento de asesinato.
“Al observar algunos de sus síndromes maníacos, tiene miedo de preparar seriamente a un sucesor, al darse cuenta de que, en preparación, este sucesor puede querer tomar la presidencia un poco antes de lo que quiere el propio Putin”, dijo el general de división Kyrylo Budanov al Ukrainskaya Pravda. “Por lo tanto, mantiene a todos a cierta distancia. Y cree que gobernará para siempre. Pero no será así”, añadió.
“Con los persistentes rumores de problemas de salud graves para el hombre fuerte ruso, un método para “hacer avanzar las cosas” sin necesidad de un golpe violento sería internarlo en un hospital a largo plazo para enfermos incurables”, sugirió días atrás Richard Dearlove, ex jefe del servicio de inteligencia británico.
En su análisis durante su intervención en el podcast One Decision, Dearlove explicó que los diversos sistemas de gobierno rusos a lo largo de los siglos siempre han sido autocráticos y nunca se han diseñado teniendo en cuenta las transiciones de poder. Pero ahora, con Rusia enfrentando la humillación militar y la catástrofe económica, los pensamientos se vuelven internos en el Kremlin sobre cómo reemplazar al hombre en el poder. “Creo que se habrá ido para 2023, pero probablemente en el sanatorio, de donde no emergerá como el líder de Rusia”, aseveró.
Fuente: Infobae