SIN. – El pasado 29 de septiembre de 2024, falleció a los 92 años Osvaldo «Ozzie» Virgil, un pionero en el béisbol dominicano y figura histórica de las Grandes Ligas. Virgil, quien debutó el 23 de septiembre de 1956 con los Gigantes de Nueva York, fue el primer jugador nacido en República Dominicana en jugar en la MLB, abriendo el camino para cientos de peloteros que seguirían sus pasos.
Aquel 23 de septiembre de 1956, Osvaldo Virgil tenía 24 años cuando hizo su aparición en el Polo Grounds de Manhattan, marcando un antes y un después para el béisbol dominicano. Aunque su equipo perdió 2-6 ante los Filis de Filadelfia y Virgil se fue de 4-0, el impacto de su debut fue mucho más profundo que el resultado del juego. «Ese día siempre estará en mi memoria», recordó Virgil en su biografía, señalando que fue el inicio de un legado histórico para el deporte de su país.
Virgil no solo fue un pionero en el béisbol, sino que también rompió barreras en una época marcada por el racismo y la xenofobia. A lo largo de sus nueve temporadas en las Grandes Ligas, Osvaldo Virgil se consolidó como un ejemplo de perseverancia y superación para futuras generaciones de peloteros latinos. «Siempre me he sentido agradecido de haber sido elegido por Dios para abrir las puertas de la MLB para mis compatriotas», comentó Virgil en una entrevista.
Además de su debut con los Gigantes, Virgil también hizo historia al convertirse en el primer jugador de color en vestir el uniforme de los Tigres de Detroit en 1958, un hito que consolidó su importancia en el desarrollo del béisbol en Estados Unidos y América Latina.
«Debería ser reconocido como Jackie Robinson»
La influencia de Virgil ha sido reconocida por grandes figuras del béisbol dominicano, como David Ortiz, quien afirmó: «Virgil debería ser para mi país tan importante como Jackie Robinson para los afroamericanos». Gracias a su coraje y determinación, Osvaldo Virgil abrió las puertas para que otros dominicanos triunfaran en las Grandes Ligas, una liga que, desde su llegada, ha visto el debut de cientos de jugadores de la República Dominicana.
Durante sus nueve temporadas en la MLB, Virgil jugó en varias posiciones para equipos como los Gigantes de Nueva York, los Tigres de Detroit, los Atléticos de Kansas City, los Orioles de Baltimore y los Piratas de Pittsburgh. Finalizó su carrera en 1969 y luego se dedicó a ser coach en distintos equipos, incluyendo los Expos de Montreal y los Padres de San Diego.
Homenajes y reconocimiento
A lo largo de los años, Virgil fue objeto de múltiples reconocimientos, tanto en República Dominicana como en Estados Unidos. En su honor, el Congreso Nacional dominicano declaró el 23 de septiembre como el «Día Nacional del Pelotero», conmemorando su histórico debut en las Grandes Ligas.
Osvaldo Virgil deja un legado imborrable, no solo por ser el primer dominicano en las Grandes Ligas, sino por inspirar a generaciones de jugadores latinos que han seguido su ejemplo. Su historia es un testimonio de la lucha por el reconocimiento y la excelencia, tanto dentro como fuera del campo.