Redacción Internacional. – Los habitantes de Uganda, país centroriental africano bendecido con una amplia variedad de paisajes que juegan un papel importante en su economía, han aprendido a obtener energía de los plátanos y los desechos de las vacas.
La organización local Green Heat International, que se dedica a la conversión de desechos en productos de energía limpia, especialmente en sectores como la agricultura, planea emprender a gran escala la producción de biocombustibles para los habitantes del país.
«Los cultivos se usan para comida y los desechos que generan los agricultores, los usamos para hacer energía«, indicó a CNBC el director gerente de la empresa, Vianney Tumwesige. Según sus palabras, el rápido crecimiento de la población ugandesa crea «más demanda de energía» y, por lo tanto, se necesitan «combustibles alternativos».
Para ello, Green Heat International recolecta y recicla diversos residuos agrícolas. Por ejemplo, desechos sólidos como el polvo de carbón vegetal y las pieles de plátano se utilizan para producir briquetas. Una comunidad ugandesa aprendió incluso a extraer gas del estiércol y la orina de dos vacas y dos terneros.
El estiércol animal se mezcla con orina y agua y se coloca en un sistema especial de biogás. Luego, los desechos se trasladan a un «digestor», donde después de un par de días se genera el gas. Desde allí, «pasa por un contador y fluye hacia la cocina», explicó Tumwesige.
¿Qué opina la FAO?
Según el coordinador del Programa de Energía de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Olivier Dubois, tecnologías como la proporcionada por Green Heat International también podrían utilizarse en otras partes del mundo.
Advierte, eso sí, que por muy potenciales que sean los sistemas integrados de energía alimentaria, las entidades e individuos que quieran utilizar este proyecto necesitan el respaldo adecuado: apoyo normativo, incentivos y créditos. Fuente: ActualidadRT