Facebook y Twitter señalaron este miércoles como potencialmente engañosos mensajes de Donald Trump en los que el presidente estadounidense se da como ganador de una elección muy cerrada antes de que termine el conteo de votos, en un escenario que las redes sociales ya habían previsto.
“Una parte o la totalidad del contenido compartido en ese tuit es controvertido y podría ser engañoso respecto al modo de participación en unas elecciones o en cualquier otro proceso cívico”, escribió Twitter sobre dos publicaciones del mandatario republicano en las que acusó a sus rivales demócratas de tratar de amañar los comicios.
La red social hizo la misma advertencia en dos ocasiones.
La primera en la madrugada del miércoles, poco después de la publicación de un tuit de Trump que decía: “Estamos muy por delante, pero ellos tratan de robar la elección. Nunca les dejaremos hacerlo”.
La segunda horas después, acompañando otra publicación en la que Trump denuncia el supuesto fraude.
“Anoche venía liderando, en muchos casos de forma sólida, en muchos estados clave, casi todo gobernados y controlados por los demócratas”, tuiteó el presidente saliente. “Luego, uno por uno, empezaron a desaparecer mágicamente mientras se contaban papeletas sorpresa”.
En la página Twitter de Trump, los mensajes ya no aparecen de inmediato sino que hay que hacer clic encima para poder leer su contenido.
En Facebook, el mensaje que condujo a la advertencia es visible pero la red social le añadió un enlace que lleva a su centro de información sobre las elecciones, que muestra los resultados oficiales, con un cabeza a cabeza con su rival Joe Biden en la lucha por la Casa Blanca.
“Desde que el presidente comenzó a proclamar la victoria de manera prematura, añadimos notificaciones en Facebook e Instagram para indicar que el conteo de votos está en marcha y que aún no ha ganado”, destacó el equipo de comunicación del grupo californiano.
Las medidas forman parte de los escenarios previstos por Facebook y Twitter de cara a la elección y sus acciones coinciden con las que previamente habían dicho que tomarían.
Las redes sociales desplegaron un arsenal de medidas para garantizar la integridad de la votación y limpiar su reputación, puesta en entredicho por las grandes operaciones de manipulación orquestadas desde el extranjero de cara a los comicios estadounidenses de 2016.