EFE. – La presencia del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el funeral del papa Francisco en la Plaza de San Pedro ya está dando de qué hablar, apenas una hora después de iniciada la solemne ceremonia.
Trump llegó esta mañana al Vaticano acompañado de su esposa, Melania Trump, y ambos se acercaron al interior de la Basílica de San Pedro para rendir su último homenaje al pontífice, cuyo féretro reposaba ante el altar mayor.
Momentos después de su llegada, Trump volvió a ser protagonista, primero por su saludo a los reyes de España y por un breve encuentro con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, antes del inicio de la misa. Sin embargo, fue su apariencia la que terminó acaparando buena parte de la atención.
Caso omiso al protocolo vaticano
Según las directrices del Vaticano para el funeral del papa, los hombres debían vestir de manera estricta: frack o uniforme militar negro, corbata negra y una insignia de luto en la solapa izquierda. Donald Trump, sin embargo, asistió luciendo un traje azul marino, acompañado de una corbata azul claro y la habitual insignia de la bandera estadounidense, en lugar del distintivo de luto establecido para la ocasión.
Por su parte, Melania Trump sí respetó el protocolo al pie de la letra. Vestida completamente de negro, con un vestido de manga larga y una mantilla negra sobre la cabeza, la exprimera dama se mostró acorde a las normas vaticanas para las mujeres asistentes al sepelio.
La elección de vestimenta de Trump ha generado reacciones diversas entre los asistentes y en medios internacionales, que destacaron su ruptura de protocolo en un evento que, por su solemnidad y simbolismo, exigía un respeto estricto de las normas ceremoniales.
Fuente: EFE