Un «paraíso ecológico» junto al río Colorado. Así anunció Elon Musk, presidente y cofundador de Tesla, la construcción de una nueva ‘gigafactory’ donde se producirán varios vehículos de la compañía, entre ellos el Cybertruck, la ‘pick up’ eléctrica y de diseño futurista de Tesla. No estará muy lejos de los campos petrolíferos más grandes de Estados Unidos, en el Este de Texas, considerada la cuna del ‘oro negro’.
«Construiremos tres fábricas en tres continentes simultáneamente», así soltó la ‘bomba’ durante la publicación de los resultados financieros de Tesla en el segundo trimestre de 2020. Se refería, claro está, a las dos conocidas, Shanghai y Berlín, y a una tercera que sumarán a su flota en Austin, Texas.
La gigante instalación, ubicada en un terreno de 809 hectáreas, estará abierta al público y abastecerá de Model 3 y Model Y al este del país. Situada a 15 minutos del centro de la ciudad texana, contará con una ruta de bicicleta junto al río y una senda ecológica, un proyecto que contará con incentivos fiscales de 14,7 millones de dólares. La esperanza de las autoridades locales es generar los 10.000 puestos de trabajo que hacen funcionar la fábrica de Fremont.
Diez años le ha costado y no pocos quebraderos de cabeza. Pero Elon Musk puede, finalmente, presumir de haber encadenado cuatro trimestres consecutivos de beneficios al frente de Tesla y de estar a las puertas de cotizar en el índice S&P 500, es decir, de las grandes ligas del parqué neoyorquino.
La pandemia no ha podido frenar la racha alcista de la compañía de coches más valiosa del mundo. Como ya habían vaticinado sus números de entregas hace unas semanas, el segundo trimestre fue positivo para Tesla, con un beneficio neto de 104 millones de dólares, un 550% de mejora con respecto a las pérdidas de 408 millones de dólares de hace un año.
La noticia fue recibida con entusiasmo en los mercados donde es, sin duda, la acción de moda en Estados Unidos. Su ascenso ha sido vertiginoso en menos de un año y ni siquiera la crisis del coronavirus ha logrado frenar la euforia. En agosto de 2019 sus títulos cambiaban de manos por 216 dólares. Hoy cerraron en 1.592 y en el mercado ‘after hours’ subían otro 5%.
El voto de confianza no es solo por un trimestre que debería haber sido mucho peor por el cierre parcial de su fábrica principal, la de Fremont, California, sino por la perspectivas de cara al resto del año. «Creemos que el progreso que hicimos en la primera mitad de este año nos ha posicionado para una segunda mitad de 2020 exitosa«, dijo la compañía californiana en un comunicado.
Tesla atribuyó su buen desempeño en el segundo trimestre a una importante reducción en sus gastos de operación, lo que le permitió alcanzar los 418 millones de ‘cash flow’ en el trimestre. El total de sus ingresos se situó en 6.036 millones de dólares, un 5% menos que el año pasado pero muy por encima de las previsiones de los analistas.
Pese a los efectos de la pandemia, la meta sigue siendo entregar medio millón de vehículos antes de que acabe el año. En el segundo trimestre, Tesla produjo 82.272 coches, un 20% menos que durante el mismo periodo de 2019.
Esos cuatro trimestres de beneficios consecutivos son uno de los requisitos para entrar en el S&P 500, donde cotizan 500 de las grandes empresas en Estados Unidos por capitalización bursátil. Si Tesla hace bueno el 5% del ‘after hours’ en la jornada del jueves, su valor superará los 300.000 millones de dólares.
Vía: Marca.com