Redacción Internacional. – Hoy en día tenemos millones de aplicaciones al alcance de nuestra mano en el celular. Algunas parecen inofensivas, pero lo cierto es que muchas pueden ser inútiles o contraproducentes y que en otras, más veces de lo que muchos piensan, se esconden ‘hackers’ o funciones de espionaje que ponen en entredicho la confidencialidad de los usuarios.
El primer tipo de aplicaciones peligrosas en que debemos detenernos son las que activan la linterna del móvil, apunta Antón Blagoveschenski en su artículo para el medio RG.RU Digital. Para funcionar adecuadamente requieren acceso a las llamadas, a los mensajes de texto, a la lista de contactos y a otras fuentes de información que registran.
Los datos del usuario acaban en las listas de spam de diferentes empresas y, en los peores casos, podemos acabar suscritos a servicios de pago sin saberlo o el teléfono llega a hacer llamadas a números de pago. Por suerte, Android tiene su propia linterna, así que no hay por qué arriesgar.
Otra gran trampa está en las aplicaciones que limpian la memoria interna del dispositivo. Para empezar, no sería raro que este tipo de servicios registrara datos personales, y además, es perfectamente posible que borren algo necesario para el funcionamiento del teléfono. Por eso, de nuevo, los usuarios de Android pueden confiar en sus servicios incorporados: estos son suficientes para limpiar la memoria caché y ordenar las aplicaciones por tamaño.
No es necesario ser víctima de un hacker ni de funciones sospechosas para que el teléfono sufra una importante avería, y es que las aplicaciones aceleradoras pueden resultar totalmente inútiles. Supuestamente optimizan el espacio de la memoria operativa, dejando fuera de esta todo lo que encuentran.
Una vez más, es más fácil recurrir a lo que Android ofrece para gestionar la memoria operativa del dispositivo, y si una app ocupa demasiado espacio en la memoria RAM y entorpece el rendimiento del mismo, siempre se puede sustituir por otra.
Quizá no te sorprenda saberlo, pero las aplicaciones que más memoria consumen son las de las redes sociales. Hablando de optimización de memoria, siempre será una buena idea optar por acceder a las redes sociales a través del navegador del teléfono en lugar de descargarse la app.
Para acabar, cuidado con las aplicaciones de programas de fidelización. Estas son una buena forma de ahorrarse algo de dinero en restaurantes de comida rápida y en otros servicios, pero a cambio de eso, estas se quedan con nuestros datos personales. Quizá no merezca la pena venderse por unos nuggets gratis cada cierto tiempo. Fuente: MundoSputnik