Santo Domingo. – Durante la exposición del Sermón de las Siete Palabras este Viernes Santo, el reverendo diácono Juan María Durán, de la parroquia Corpus Christi, advirtió sobre la alarmante situación de la seguridad vial en la República Dominicana, calificando al país como uno de los más inseguros de la región en esta materia.
Basándose en el informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) de 2021, titulado “Salvar vidas promoviendo un enfoque de sistema de tránsito seguro en las Américas”, el religioso señaló que el país ocupa el primer lugar en siniestros viales con lesionados por cada 100,000 habitantes, y el segundo en mortalidad por accidentes de tránsito, solo por detrás de Haití.
“Estos datos deben movernos a la reflexión como sociedad. Debemos revisar nuestras conductas y aspirar a ser un país modelo en materia de seguridad vial”, afirmó Durán.
Durante su intervención, el diácono denunció las malas prácticas cotidianas en las calles del país, incluyendo el irrespeto generalizado a las señales de tránsito, la circulación de vehículos pesados con neumáticos desgastados, sin medidas de seguridad, y con altos niveles de contaminación. También criticó el comportamiento de muchos conductores que no ceden el paso a ambulancias, bomberos o patrullas, mostrando una preocupante indiferencia ante emergencias.
“Es como si viviéramos en un videojuego. Conducimos a la defensiva, esperando cualquier sorpresa que pueda poner en riesgo nuestras vidas”, expresó con preocupación.
Durán también hizo mención a la reciente tragedia ocurrida en el centro de diversión Jet Set, la cual enlutó al país, y la vinculó con el llamado cristiano a transformar el dolor en esperanza. “La vida del cristiano es un paso de la muerte a la vida. Cristo nos permite reconocer nuestro sufrimiento y convertirlo en una victoria”, añadió.
El sacerdote finalizó su mensaje haciendo un llamado urgente a las autoridades civiles y militares, así como a las familias dominicanas, a trabajar juntos en la construcción de una cultura vial responsable. “Es tiempo de sembrar esperanza, de cambiar el rumbo, de aportar cada uno su granito de arena para transformar nuestra sociedad”, concluyó.