Redacción Internacional. – A mediados de agosto se anunció que, pese a no saber si la vacuna AstraZeneca-Oxford funcionará, se producirá en Latinoamérica. México y Argentina prevén elaborar 250 millones de dosis, Brasil 100 millones. Un estado brasileño quizá también comience a producir Sputnik V, la vacuna rusa. Te contamos quiénes están detrás de los números.
La carrera por producir una vacuna contra el COVID-19 abrió las puertas para que Argentina, México y Brasil fabriquen el antídoto que está desarrollando la Universidad de Oxford y la farmacéutica británica AstraZeneca. El estado brasileño Paraná (sur) también acordó con el Gobierno ruso comenzar a producir Sputnik V. Son tres de los cinco países latinoamericanos que están entre los 10 países del mundo con más contagios, juntos suman 5 millones de casos.
La noticia sobre la elaboración de la vacuna entre México y Argentina, que se dio a conocer a mediados de agosto, ha generado expectativas en los países de América Latina, ya que —salvo Brasil, que lleva adelante su propio acuerdo— podrían acceder a cada dosis por tres o cuatro dólares, lo que se supone costaría producirlas.
La Fundación del magnate de las telecomunicaciones mexicano Carlos Slim financiará un proceso de producción que incluye a dos laboratorios privados —uno en Argentina y otro en México— para distribuir la vacuna inglesa, uno de los 10 prototipos que han llegado al último paso de su ensayo clínico a nivel global, la famosa «fase tres». Slim prometió invertir en la producción del antídoto y venderlo al precio de costo.
En Argentina
En Argentina, explicó el presidente Alberto Fernández, se encargará de la producción en el laboratorio mAbxience, especializado en elaboración de fármacos para enfermedades autoinmunes y oncológicas. Este laboratorio, perteneciente al grupo Insud Pharma, producirá el antígeno de la vacuna (el principio activo).
En México
El inmunógeno producido en Argentina luego irá a México, donde se realizará la estabilización, formulación y envasado en las jeringas o en los viales multidosis, y se distribuirá.
Se estima elaborar 250 millones de dosis para abastecer al 20% de la demanda de América Latina. La esperanza es que la vacuna esté disponible durante el primer semestre de 2021.
En Brasil
Por su parte, a comienzos de agosto Brasil anunció la transferencia de 2.000 millones de reales (unos 375 millones de dólares) para la producción de la vacuna.
El dinero acordado irá a parar a la Fundación Oswaldo Cruz de Río de Janeiro (que forma parte de la estructura del ministerio de Salud), que llegó a un acuerdo con los impulsores de la vacuna de Oxford para testar a voluntarios en Brasil, recibir dosis y fabricar 100 millones de dosis de la vacuna localmente.
Además, Brasil podría empezar a producir y exportar la vacuna rusa Sputnik V. El Gobierno ruso, representado por el Fondo de Inversión Directa, llegó a un acuerdo para producir la vacuna en el país en octubre.
La vacuna de Oxford, llamada AZD1222, se encuentra en la actualidad en la fase III de sus ensayos clínicos, lo que significa que los acuerdos se realizaron antes de saber con certeza si funcionará. Los científicos se encuentran abocados a confirmar la eficacia y seguridad del antídoto con el que el ser humano debería producir los anticuerpos contra el SARS-CoV-2, el virus que causa la enfermedad respiratoria COVID-19. Fuente: MundoSputnik