Gustavo Francisco Petro Urrego nació en 1960 en Ciénaga de Oro, Córdoba, en el norte de Colombia. Es hijo de Clara Nubia Urrego, una militante de la Alianza Nacional Popular (Anapo) oriunda de Gachetá (Cundinamarca), y de Gustavo Ramiro Petro, un descendiente de italianos, simpatizante de las ideas del expresidente ultraconservador Laureano Gómez, que llegó del departamento de Córdoba a estudiar en Bogotá.
Gustavo Petro lleva en sus hombros el peso de haber sido integrante de un grupo guerrillero que propició una de las peores tragedias de la historia del país: la toma del Palacio de Justicia (a pesar de no haber participado directamente).
Petro se define como un líder de izquierda «progresista» en un país altamente tradicional y de derecha. Propone hacer «girar la economía alrededor de la vida», apostarle a la riqueza natural y a la protección del medio ambiente, así como «profundizar la democracia», y hacer una estructura económica «que se base en la producción y no en la extracción», según dijo en una entrevista a CNN en julio de 2021.
«No es posible una América Latina —llámela usted de izquierda o de derechas— que viva de sacar gas, petróleo o cobre. La única posibilidad de un desarrollo sostenible en América Latina es el conocimiento, es la producción».
Gustavo fue guerrillero del M-19. Dice que fue torturado por el Ejército y condenado, por la justicia penal militar, a 18 meses de prisión.
Su seudónimo como guerrillero era «Comandante Aureliano», inspirado en Aureliano Buendía, «el comandante de las mil batallas perdidas», según dijo, de Cien años de soledad del escritor colombiano Gabriel García Márquez.