Hay quienes consideran que probablemente se aprobará una reforma fiscal flexible
Los borradores elaborados por agencias del Gobierno sobre un proyecto de reforma fiscal apuntarían hacia el sector financiero, con el aumento de los impuestos a las ganancias, gravando más al turismo y a las zonas francas, y sin tocar a los consumidores, los sectores educación y salud, entre otros de alta sensibilidad.
Esos planteamientos están expuestos en un informe sobre el desempeño económico del Gobierno en el primer trimestre del año, que circula en el ámbito de economistas, y en el que también se analizan los desafíos que impone una reforma fiscal.
En ese sentido, en el informe se señala que ponerle más cargas impositivas al sector financiero no representaría ni el 20% de lo que el Gobierno necesita para cumplir con sus compromisos.
De acuerdo con esas fuentes, el principal escollo que encuentran los diseñadores de la propuesta de reforma fiscal es el Impuesto a las Transferencias de Bienes Industrializados y Servicios (ITEBIS), porque se trata de un gravamen que tiene un fuerte impacto sociopolítico.
El dilema es este: el Gobierno necesita mejorar las recaudaciones en al menos un 2% del PIB, y eso no se logrará si no se toca el ITEBIS, que representa el 70% del gasto fiscal (exenciones), que ronda los RD$245 millones. Precisamente esas exenciones se han convertido en la principal fuente de evasión fiscal.
En cuanto a los posibles cambios en la aplicación del ITEBIS, los armadores del proyecto plantean que se generalice, dejando exentos solamente siete productos básicos: arroz, granos, víveres, leche, carnes, pan y huevos.
Todo lo demás debería pagar ITEBIS, con la salvedad de que podría escalonarse en un período de tres años, hasta que se unifiquen.
Hay quienes consideran que probablemente se aprobará una reforma fiscal flexible, lasa, tomando en cuenta la impopularidad que generan las cargas impositivas, se plantea en el informe.
Control del gasto. Otro de los aspectos que se analiza en el informe es el tema del gasto gubernamental.
En ese contexto se señala que, aunque en el primer trimestre de este año el Gobierno obtuvo ingresos por encima de los estimados (de 162,600 millones proyectados se recaudaron RD$189,300 millones) la política fiscal sigue comprometida con el control del gasto público, con el propósito de evitar presiones sobre los precios.
Esas restricciones en el gasto afectan la inversión pública y el consumo del Gobierno; de mantenerse el gasto de capital del primer trimestre, la ejecución programada no llegaría ni al 50% de lo estipulado, lo que representaría un hecho grave, según los expertos.
De acuerdo a ese informe, que toma como base los datos de la Dirección General de Presupuesto, para el primer trimestre el Gobierno tenía proyectado un gasto de RD$222,879 millones, pero solo alcanzó RD$192,365 millones, para una diferencia de RD$29,515 millones.
Esa reducción le daría al Gobierno un amplio margen de maniobra para impulsar el gasto en el segundo semestre del año, se explica en el informe, aunque con la salvedad de que estaría sujeto a que se agilice la burocracia gubernamental, sin afectar la transparencia.
Posibles presiones. Según las estimaciones del análisis económico, en los próximos meses podría variar el superávit de RD$6,591 millones que exhibió el Gobierno, en el primer trimestre del año, producto del comportamiento de los ingresos y gastos.
La explicación a esa proyección la sustenta en que el Gobierno recibe fuertes presiones de las comunidades para la ejecución de obras, para que mantenga congelados los precios de los combustibles, y continúe con la asistencia económica por la covid-19.
Fuente: HOY