Kenia.- Kenia va a seguir adelante con sus planes de dirigir una misión de seguridad en Haití aprobada por la ONU, a pesar de que un tribunal de Nairobi bloqueó la semana pasada el despliegue, según declaró este martes a Reuters el presidente keniano, William Ruto.
La fuerza internacional tiene como objetivo hacer frente a la violencia desenfrenada de las bandas en la nación caribeña, que mató a casi 5.000 personas el año pasado, y debe ser financiada inicialmente por Estados Unidos, dijo.
Ruto dijo que Haití había pedido ayuda hace meses y que esperaba que en breve llegara una solicitud que satisficiera las exigencias del tribunal.
“Así que esa misión puede seguir adelante tan pronto como la semana que viene, si se hacen todos los trámites entre Kenia y Haití por la vía bilateral que ha sugerido el tribunal”, dijo Ruto tras una cumbre italo-africana en Roma.
Preguntado sobre si se estaban manteniendo conversaciones con Haití para conseguir la solicitud necesaria, Ruto dijo: “Por supuesto. De hecho, Haití ha escrito formalmente, no hoy, hace varios meses”.
Haití buscó ayuda por primera vez en 2022 ante el aumento de la violencia de las bandas, pero fue incapaz de encontrar a nadie dispuesto a hacerse cargo, y muchos gobiernos extranjeros recelan de apoyar a la administración no elegida del empobrecido país.
Kenia, que tiene un largo historial de participación en operaciones internacionales de mantenimiento de la paz, dio un paso al frente el pasado mes de julio y comprometió a 1.000 policías, afirmando que lo hacía en solidaridad con un país hermano.
Bahamas, Antigua y Barbuda y Jamaica dijeron posteriormente que estaban dispuestos a ayudar, y Estados Unidos prometió 200 millones de dólares para poner en marcha el despliegue.
“La misión está en marcha. La misión es una llamada más grande a la humanidad”, dijo Ruto, subrayando que se trataba de una operación policial y no militar.
Naciones Unidas dijo la semana pasada que había documentado 4.789 personas muertas por la violencia de las bandas en Haití el año pasado, un aumento del 119% desde 2022, y que otras 3.000 personas habían sido secuestradas.