El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, descartó por el momento que haya «pérdidas de vidas humanas» tras el terremoto de magnitud 7,1 que sacudió este martes el centro y sur de México.
«Afortunadamente no tenemos hasta ahora ninguna información sobre pérdidas de vida humanas», indicó el mandatario en un mensaje divulgado por redes sociales.
López Obrador afirmó que en el sureño estado de Guerrero, donde tuvo el epicentro el movimiento telúrico, no hay «daños mayores», si bien se reportó la caída de piedras en carreteras y también de vallas.
Además, según constató Efe, se han roto cristales de edificios, desprendido parte de algunas fachadas y caído postes de luz, impactando en vehículos.
El presidente indicó que tampoco hay daños en los estados de Morelos, Oaxaca, Puebla, ni «daños graves» en la Ciudad de México, donde se activó la alerta sísmica y decenas de miles de personas evacuaron sus casas por precaución.
Agregó que con la Secretaría de Defensa se hizo una revisión en todas las zonas militares para evaluar la situación y «ese es el reporte que se tiene, afortunadamente no hay daños».
El presidente también se comunicó con los gobernadores de estados del sur y centro de México que sintieron fuertemente el temblor, así como con la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
El sismo se produjo a las 20.47 hora local (01.47 GMT), con el epicentro a 11 kilómetros al suroeste de Acapulco, en el sureño estado de Guerrero, indicó del Servicio Sismológico Nacional, que en un reporte preliminar había dado una magnitud 6,9.
Hasta las 22.00 hora local (03.00 GMT) se han registrado 73 réplicas del sismo de 7,1 ocurrido en Guerrero, siendo el más grande de magnitud 5,2, detalló posteriormente el Sismológico.