El abogado Pedro Manuel Casals, no solo se ha destacado en su profesión y como panelista del programa “Esto no es radio”, sino también por sus reacciones y comentarios en Twitter.
Uno de los más tuit más recientes y que deja abierta una ventana de interrogantes fue el que puso recientemente en donde destaca que: “La justicia independiente continúa de vacaciones”
Con esta frase, el abogado se sumaría a la lista de figuras que pone en tela de juicio la forma en que la justicia opera en el país.
A propósito de esto, se recuerda que el pasado 21 de diciembre la procuradora general de la República, Miriam Germán Brito, fue noticia por enviar una carta a sus adjuntos, donde les invitaba a reflexionar sobre sus pronunciamientos contra jueces y el Poder Judicial.
A continuación parte de la carta.
21 de diciembre de 2022.
A los (as) Procuradores(as) Adjuntos (as) de la Procuradora General
Distinguidos(as) Adjuntos(as):
Durante los últimos días, se han producido una serie de situaciones que coloca a nuestra Procuraduría General de la República, y a la totalidad del Ministerio Público, en un estado de vulnerabilidad y, por qué no, con un paño de vergüenza ajena.
Parte de lo que hace la administración de justicia lo que es, se debe a que los juristas actuando como abogados, jueces y ministerios públicos deben seguir cada uno su rol. En el caso del Ministerio Público existe una entrega mayor a la legalidad y a la imparcialidad para mantener la integridad del sistema de justicia como auxiliares de los jueces con quienes se comparten. Aunque el ministerio público es una parte del proceso, se debe a otras virtudes y compromisos éticos distintos a los del abogado de la defensa que se debe enteramente a su cliente de conformidad con el derecho. El Ministerio Público no solo se debe a la sociedad, incluso se debe al imputado, pero, por igual a mantener la confianza en el sistema de justicia en su totalidad.
La crítica a los miembros del poder judicial en el contexto de sus atribuciones es sana, sobre todo debido al nivel de legitimidad que los distingue de aquellos elegidos mediante voto popular. Por ello la crítica a sus decisiones es la mejor manera de asegurar la transparencia e integridad de la labor judicial. Pero, la crítica, a veces fuerte, a las decisiones del proceder judicial no puede entenderse en una crítica al juez como persona, es decir, a su reputación. Ciertamente, hay decisiones que deben ser cuestionadas, no hay mejor espacio para hacerlo que a través de las vías de recursos, con respeto y deferencia, pero bien fundamentado y con una exposición clara de los agravios.