Santo Domingo. – El presidente del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y ministro de la Presidencia, José Ignacio Paliza, expresó este lunes su “profunda indignación” al confirmar que personas vinculadas al narcotráfico lograron ingresar al partido, algunas provenientes de otras organizaciones políticas, con la intención —según dijo— de buscar algún tipo de protección o impunidad.
Paliza aseguró que esa pretensión fracasó porque el PRM no ofrece privilegios ni refugio para quienes enfrentan procesos judiciales.
“Me indigna que personas accedieran a nuestra organización, muchas procedentes de otras organizaciones políticas en procura de impunidad, pero no la encontraron”, afirmó.
El dirigente oficialista destacó que, frente a estos casos, el partido ha actuado con firmeza mediante la suspensión y expulsión inmediata de los implicados para que respondan ante la justicia sin ningún tipo de respaldo político.
Reforzarán filtros internos y auditorías a la militancia
Paliza reconoció que estos episodios revelan debilidades internas que deben ser corregidas. Por ello anunció que el PRM implementará medidas más rigurosas para depurar su padrón y evitar futuras infiltraciones. Entre ellas:
- Auditorías ampliadas sobre toda la militancia.
- Nuevos filtros de ingreso para aspirantes y dirigentes.
- Revisión exhaustiva de antecedentes antes de permitir ascensos o candidaturas.
El funcionario recordó que el partido gobierna bajo la premisa de que “la ley dejó de pedir permiso” y aseguró que el Gobierno del presidente Luis Abinader no interfiere en investigaciones o procesos judiciales.
Propuestas legislativas: PRM busca reformar la Ley 155-17
Como parte de la respuesta institucional, Paliza adelantó que presentarán varias propuestas legislativas, incluyendo la modificación de la Ley 155-17 sobre Lavado de Activos, con el objetivo de que los partidos políticos se conviertan en “sujetos obligados” ante los mecanismos de prevención y control.
Según explicó, esto permitiría establecer controles más estrictos para evitar que estructuras criminales utilicen plataformas políticas como vía de infiltración o legitimación social.
