Por: Abed- Nego Paulino
Santo Domingo.- Cuando una persona resulta positivo del COVID-19 lo ideal es advertir a los cercanos que contrajo la enfermedad, al tiempo de tomar medidas sanitarias para evitar un posible brote.
No obstante, hay quienes prefieren ocultarlo y elegir con detenimiento a los individuos que darán la información, no porque lo desearan sino por la discriminación a la que se exponen, así lo expresaron personas consultadas por EL DÍA.
Pérez trabaja en un centro médico en el área de cuidados intensivos, desde que destinaron el lugar al trato de pacientes con COVID-19, ella se destaca por cuidarlos con amor, equidad y entusiasmo.
La profesional quedó infectada del virus al estar en constante exposición con los enfermos, y para protegerse de la discriminación y el bullying de colegas y amigos decidió ser hermética con el caso.
“En gran parte tú no tienes esa libertad para decirle a todas las personas que contraiste la enfermedad, es como un tabú; piensan que será sida, lepra, cáncer,… ni aún en esas enfermedades la gente se comporta así, tienen un mal concepto de lo que es COVID”, expuso Pérez.
La profesional de la salud dice que tuvo restricciones al seleccionar a las personas para hacérlo saber, ya que si le preguntaban cómo estaba o se sentía, para no mentir, les explicaba la situación, pero a gente muy seleccionada.
“De hecho, confieso, mis abuelos, mis tíos, mis primos,… ellos no saben que yo pasé el COVID, solamente mis padres, mis hermanos y algunas amistades que no tienen ninguna relación con mi familia, porque la gente se alarma”, explicó la joven, a días de dar negativo.
Pérez confiesa que se molestaba con sus compañeras quienes teniendo conocimiento de qué es la pandemia se mofaban de las que resultaban positivas. “Las mismas profesionales de la salud, discriminando y diciendo ´Ay, me tengo que hacer la prueba porque yo estuve en contacto con fulanita, yo también puedo ser positiva, de seguro se me pegó´».
El sector no lo sabe
María (nombre ficticio) inició con los síntomas del coronavirus el pasado 22 de junio e hizo la prueba el 02 de julio, saliendo los resultados dos días después, dice que sus síntomas no fueron tan severos como ocurre con otras personas: mucho dolor de cabeza y fiebre.
“Realmente yo lo he mantenido muy a discreción por miedo a ser discriminada: los vecinos, la gente cuando te ve. Yo no he tenido ninguna discriminación porque no lo he dicho. Por ejemplo, mis vecinos no lo saben. Yo estoy en mi casa, no salgo; estoy trabajando desde el hogar…les he comentado a algunos de mis amigos que mientras yo esté lejos, todo va a estar bien”, puntualizó.
La joven explica que ha escuchado vecinos que dicen “por allá hay COVID, por ahí no se puede ir; por el otro lado hay COVID, por ahí no se puede andar”, razón por la que escoge echarse a un lado y mantenerlo bajo perfil.
“Entiendo que la gente está herrada, porque a nadie quiere que le pase eso. Uno no quiere tenerla ni que la tenga nadie de tu familia, porque es una enfermedad peligrosa que no sabes cómo va a reaccionar tu cuerpo ante eso, pero hay muchas personas que no lo entienden y simplemente hablan sin saber”, indicó.
Lo dijo a sus vecinos
Otro testigo (nombre reservado) al darse cuenta que tenía la enfermedad se la comunicó a todos sus conocidos con el fin de prevenirles, sin embargo éstos lo miran con aislamiento.
“La discriminación mía fue de vecinos que les dije, y aún de lejos mostrando indiferencia, entonces yo dije: si ya uno tiene la confianza y le dijo, eso no es nada, yo no soy un hombre de ir a pegármeles… si yo no voy y te me pego (que nunca lo voy hacer), tú no debes de tener diferencias conmigo, nadie tiene que discriminar a nadie.”, expresó el joven quién aún tiene los síntomas.
No lo montan en vehículo
El último caso lo narró otro joven, quien también pidió reservar su nombre, mientras acompañaba a su padre en el vehículo un vecino les hizo señas de que se detuvieran para que le dieran “un aventón” o “bola”, pero su progenitor aceleró el carro e ignoró al necesitado porque tuvo Covid-19.
Exponer a los demás
Angiolina Camilo, infectóloga e investigadora científica en Ciencias de la Salud, cuenta que por miedo a la discriminación pacientes van a consultas con síntomas caracterismos del virus y no quieren que los demás se enteren, lo que trae como consecuencia un alto riesgo de la transmisión del COVID.
Esos pacientes, según la especialista, dicen que solo tienen dolor en el cuerpo, y al ser evaluados, luego de tomar historia de los síntomas que presentan, de pronto son probables COVID_19, después de compartir con los otros que no tenían el virus.
“Les da vergüenza que lo discriminen, que la gente le salga corriendo del lado cuando le escuchan toser”, explica.
Recomendaciones
Carlos M. Feliz Cuello, epidemiólogo y salubrista, indica que ninguna persona debe tratar a un paciente de forma discriminada, despectiva, repulsiva o aislada, ya que quien lo hace revela ignorancia, falta de información, conciencia y solidaridad humana.
“No es una enfermedad del hecho que una persona se pegue de otra”, agrega el experto, sino que la transmisión se genera a través de las vías respiratorias superiores, la tos o a través de un estornudo.
Señala que si no se está protegido con mascarillas y se tiene el cuadro, está la posibilidad de infectar a otro. “Tú tiene que orientar en la perspectiva de que las personas adopten los mecanismos de prevención que se han informado que deben de adoptarse… si estás en un lugar cerrado y hay personas enfermas, todo el que está ahí debe tomar elementos de prevención: usar mascarillas, lavarse las manos permanentemente, abrir las ventanas para que el aire circula de manera más corrida y no se concentre”.
El epidemiologo exhorta a quienes no tengan información de qué es el COVID-19 deben preguntarle a un médico, o visitar en Google la página de la OMS u OPS y tendrán datos suficientes para orientarse y compartirlo con a otros, a fin de ayudar los infectados para que la pasen sin traumas.
Fuente El Día