Ginebra.- Las variantes británica y sudafricana del coronavirus causante de la COVID-19, más contagiosas que la cepa original, han sido identificadas ya en decenas de países, mientras que la posible mutación brasileña está siendo investigada, señalaron hoy expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El director de Emergencias Sanitarias de la OMS, el irlandés Mike Ryan, declaró en su intervención en el Comité Ejecutivo del organismo que la variante británica se ha identificado ya en 58 países de cuatro continentes, y la sudafricana en 22.
A la hora de repasar la situación actual de la pandemia, ante expertos de todo el mundo, Ryan destacó que la semana pasada se alcanzó una cifra récord de 93.000 muertes por COVID-19 en el planeta, y se teme que esta semana se superen las 100.000.
América, donde las gráficas de casos y muertes siguen al alza, concentra un 47 % de los fallecidos en la pandemia, mientras que en Europa las cifras se han estabilizado, pero siguen siendo altas.
La situación epidemiológica actual «está complicándose debido a las variantes (del virus), pero pese a ello muchos países están controlando los niveles de contagio», subrayó.
El director de emergencias también destacó que muchas redes sanitarias siguen soportando una «extrema presión», mientras que los sistemas de monitoreo de nuevos casos «están encontrando dificultades para soportar los altos niveles de infección» y la desinformación «sigue dificultando la aplicación de medidas».
El asesor de la OMS para la COVID-19, Bruce Aylward, añadió que en los 42 días transcurridos desde el inicio de las campañas globales de vacunación se han suministrado unos 40 millones de dosis en 50 países.
La vacuna más usada es la de Pfizer-BioNTech (usada en 44 países que han iniciado sus campañas de inmunización), seguida de las de Moderna (seis).
La vacuna rusa Sputnik V (de los laboratorios Ganaleya) y la china de Sinopharm se han implantado en tres países, mientras que las de Sinovac y AstraZeneca están administrándose en dos (algunos países autorizan el uso de más de un fabricante).
Aylward insistió en que las vacunas de Moderna y Pfizer-BioNTech, que utilizan la nueva tecnología del «ARN mensajero», presentan desafíos a la hora de ser llevadas a países en desarrollo, por requerir jeringas especiales y almacenamiento a muy bajas temperaturas.