Santo Domingo. – La primera dama Raquel Arbaje, compartió una profunda reflexión a su regreso al país tras asistir al funeral del papa Francisco en el Vaticano. A través de un emotivo mensaje en sus redes sociales, Arbaje abordó temas como la verdadera grandeza humana, la fugacidad del poder y el valor de la sencillez.
«¡Cuánto quisiera decirle a nuestro pueblo! Ya en el país; ciertamente pueden mencionar a los líderes de todo el mundo, tanto del poder de las diferentes Iglesias como del hombre. No nos dejemos impresionar por todo lo que se ve de fuera. Todos somos iguales, todos somos humanos, y ese es el legado del Papa Francisco: su sencillez, su humor, su cercanía, fiel reflejo del amor de Jesús a los demás», expresó.
Cuánto quisiera decirle a nuestro pueblo! Ya en el país; ciertamente pueden mencionar a los líderes de todo el mundo tanto del poder de las diferentes Iglesias como del hombre. No nos dejemos impresionar por todo lo que se ve de fuera. Todos somos iguales, todos somos humanos y…
— Raquel Arbaje (@raquelarbaje) April 27, 2025
Durante su mensaje, Arbaje recordó momentos vividos en el funeral, destacando la emoción del instante en que el féretro desapareció de la vista: «Fue un momento íntimo de reflexión personal», dijo. Además, hizo un llamado a construir una «hoja de vida» basada en la fe, la resiliencia y los valores, aún en medio de las tormentas personales o colectivas.
Arbaje también mencionó los encuentros que, como figura pública, ha tenido con líderes internacionales, incluido el expresidente Donald Trump, pero subrayó que estas experiencias son pasajeras. «El dinero es una vía para tener cierta seguridad, pero, ¿qué tanto es necesario? El éxito es tan personal y no hay que ser famoso para ello», reflexionó.
Claro que Luis saludó al Pte Trump y que uno conoce en estos años de servicio público a varios líderes, pero esto es pasajero .
— Raquel Arbaje (@raquelarbaje) April 27, 2025
Cuando subían el féretro del Papa y desaparecía de nuestra vista, fue un momento íntimo de reflexión personal.
Construyamos cada uno nuestra hoja de…
En su mensaje final, la primera dama instó a los dominicanos a mantener la fe y a no dejarse impresionar por las apariencias: «Todos somos valiosos por ser únicos», enfatizó. Con un toque de humildad y realismo, concluyó su publicación recordando: «Ojo: no soy una santa».