Roma, AP News .- La Primera Ministra de Italia, Giorgia Meloni, ha abordado la controversia surgida por el combate entre la boxeadora italiana Angela Carini y la argelina Imane Khelif, conocida por su hiperandrogenismo que no superó las pruebas de género para competir con mujeres. Meloni expresó su preocupación sobre cómo ciertas tesis llevadas al extremo pueden afectar negativamente los derechos de las mujeres y criticó al Comité Olímpico Internacional (COI).
Meloni declaró: «Desde hace años intento explicar que algunas tesis llevadas al extremo corren el riesgo de impactar especialmente en los derechos de las mujeres». Subrayó que los atletas con características genéticas masculinas no deberían participar en competiciones femeninas, no por discriminación, sino para proteger los derechos de las deportistas femeninas. «Me emocioné cuando escribió ‘Lucharé’ porque en estas cosas también cuenta la dedicación, la cabeza y el carácter. Pero también es importante poder competir en igualdad de condiciones».
La Primera Ministra enfatizó que su principal preocupación es garantizar la igualdad de condiciones en las competiciones deportivas. «Desde mi punto de vista, esta no fue una competencia en igualdad de condiciones», concluyó Meloni, destacando la importancia de mantener un terreno de juego justo para todas las deportistas.
En el interior del Paris North Arena, Angela Carini no ha parado de llorar a la vez que ha atendido a diversos medios de comunicación italianos. «Esto para mí no es una derrota, estar aquí, subir esas cuerdas, es un honor», ha dicho con emoción. El enfrentamiento en el peso welter de los Juegos Olímpicos entre Angela e Imane Khelif ha captado una gran atención mediática debido a los niveles de testosterona de la argelina, que llevaron a su descalificación en el último Campeonato Mundial.
El director técnico, Emanuele Renzini, ha afirmado que Angela recibió cientos de mensajes, incluso en las redes sociales, instándola a no pelear por su seguridad y a protestar. Sin embargo, Renzini ha rechazado cualquier insinuación de haber sido influenciado: «No soy quien para juzgar y no tengo nada en contra de mi oponente. Tenía una tarea y la cumplí, aunque él no lo hizo. Todo lo que sucedió antes de la pelea no tuvo absolutamente ninguna influencia».
Días antes del combate, al enterarse de que Khelif sería su oponente, Angela sufrió un pequeño ataque de nervios, algo normal en una ocasión tan significativa. Circulaban en la red las palabras de la mexicana Brianda Tamara, quien había enfrentado a Khelif anteriormente: «Sus golpes duelen, es incluso peor que algunos sparrings con los que entreno». A pesar de esto, Renzini ha evitado señalamientos recordando enfrentamientos suyos en el pasado: «Siempre he luchado como un guerrero, pero incluso los guerreros a veces se rinden. Cuando se pierde la batalla, clavan la espada en el suelo, con honor». Eso es lo que hice».
Angela recordará esos 46 segundos de «tortura» durante mucho tiempo: «Subí al ring y traté de pelear. Quería ganar. Recibí dos golpes en la nariz y ya no podía respirar, me dolía muchísimo. Me acerqué al Maestro Renzini y, con madurez y valentía, dije basta». Renzini añadió: «Hace unos días tuvo un problema dental, estaba tomando antibióticos y pensé que ese era el problema. Conocíamos a Khelif, no la considerábamos invencible. Angela no subió al ring lastimada, se preparó meticulosamente.