Por: Balbiery Rosario
La licitación que realizó el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (INABIE) en abril pasado para contratar a las empresas que suplirán el almuerzo y desayuno escolar dejó fuera a cientos de micro empresas que habían sido proveedoras en ciclos pasados. Las personas afectadas aseguran que la exclusión de cerca de un 70% de los antiguos proveedores se debe a la supuesta voluntad del INABIE por beneficiar a ciertos grupos.
Los exsuplidores hacen afirmaciones que dan cuenta de supuestas irregularidades. José Ramón Cuevas asegura que “las nuevas autoridades hicieron un llamado a todos los compañeritos a que hagan cocina”, mientras que Elizabeth Beriguete dice que en el INABIE hay “grupos de poder que tienen cómo incidir en la institución, vulnerar la voluntad de quien sea y se salen con las suyas”.
Beriguete cree que las evaluaciones fueron hechas con las manos y los resultados contaminados por peritos que, ni siquiera, salieron a camino con las operaciones aritméticas.
Como resultado, dicen que solamente lograron entrar entre el 30% y 35% de los que habían cocinado para las escuelas, quedando dentro mucha gente que presuntamente no calificaba.
Un grupo de los inconformes microempresarios fue la mañana de este viernes a Palacio Nacional a pedir al presidente Luis Abinader y a la Dirección General de Compras y Contrataciones que anulen la referida licitación.
Advierten que, como en la mayoría de los municipios los suplidores vendrán de otros lugares más lejanos, serán invasores que ellos van a recibir con pidras y palos. Señalan que en cada municipio van a tener empresas quebradas que perderán su capital de trabajo y que han tenido que despedir a sus empleados.
Beriguete dice que los suplidores beneficiados tendrán que recorrer una distancia de hasta 72 kilómetros, por caminos vecinales en mal estado y montañas.
Por: Diario Libre