Santo Domingo. – El presidente Luis Abinader sostuvo una reunión este viernes con el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, en la que abordaron varios temas de interés bilateral, destacando la crisis en Haití y su impacto en la República Dominicana.
Tras el encuentro, ofrecieron declaraciones conjuntas en las que Abinader detalló la situación migratoria de ese país hacia este y sus repercusiones en esta nación.
El mandatario dominicano destacó cómo la crisis de ese país ha incrementado la presión migratoria sobre la República Dominicana, afectando los servicios públicos y generando riesgos para la seguridad nacional.
Según Abinader, «esta presión se refleja en la matrícula de nuestro sistema escolar público, donde el 6.5% de los estudiantes, unos 147 mil, son de nacionalidad haitiana».
Además, señaló que en los hospitales públicos, el 14% de los internamientos y el 34% de los partos corresponden a inmigrantes indocumentados haitianos, una situación que calificó como inédita a nivel mundial.
Abinader se refirió en esos términos al expresar su preocupación por la crisis que atraviesa Haití, subrayando que «el Gobierno de transición enfrenta serios desafíos, como la insuficiente cooperación en materia de seguridad y el escape de miles de presos, lo que agrava la situación».
En ese sentido, solicitó detalles sobre el despliegue de más contingentes de la misión multinacional de apoyo a la seguridad, con la esperanza de que estas fuerzas ayuden a estabilizar el vecino país.
Abinader también reafirmó su compromiso en la lucha contra la trata de personas, un tema que consideró crucial en medio de la crisis migratoria.
Por otro lado, el presidente dominicano expresó su preocupación sobre la situación política en Venezuela, especialmente en torno a la reciente orden de arresto emitida contra el principal líder opositor, Edmundo Urrutia, lo cual podría agravar aún más la inestabilidad en la región.