Naciones Unidas (EFE). – El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, advirtió este miércoles ante la Asamblea General de la ONU que el fracaso de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMSS), liderada por Kenia, representaría el “colapso” de Haití, que atraviesa una crisis en todos los órdenes y donde la inseguridad sigue en aumento a causa de las bandas armadas.
Abinader dijo que, “después de un largo batallar”, se “empezó a vislumbrar un camino hacia la estabilidad” en Haití con la creación del Consejo Presidencial de Transición y la llegada, hace tres meses, de la MMSS para ayudar a la Policía de ese país caribeño, pero que hasta ahora solo se han desplegado 400 efectivos de un mínimo de 2.000 requeridos para que la misión sea efectiva.
Tampoco se han depositado en el fondo fiduciario para Haití “los recursos requeridos para lograr el despliegue pleno de la fuerza y alcanzar los objetivos de pacificación y respaldo a la eventual celebración de elecciones”, agregó el presidente, cuyo país comparte con Haití la isla caribeña La Española.
“No podemos permitir que los esfuerzos hasta aquí alcanzados se desplomen, pues, de lo contrario, el colapso de Haití será inminente y sus consecuencias alcanzarán a toda la región”, advirtió Abinader.
La MMSS es la esperanza para Haití
La MMSS “significa una excepcional esperanza para el restablecimiento de la normalidad en Haití”, por lo que “un fracaso podría implicar la necesidad de adoptar medidas drásticas para proteger nuestra seguridad nacional”, señaló el mandatario dominicano en su intervención.
Consideró “inaceptable” que algunos de los países que han tenido incidencia en la situación haitiana o que se han comprometido con su solución no hayan cumplido plenamente con sus promesas y alertó de que, mientras la seguridad nacional de su país “esté implicada”, no cesará de reclamar la estabilidad de Haití.
La situación en Haití “merece una atención especial”, recalcó Abinader, quien señaló que desde hace más de tres años, la inestabilidad en el país vecino “ha generado una presión significativa” sobre la seguridad de República Dominicana.
“Esta es una necesidad estratégica para la seguridad en mi país y en toda la región”, subrayó, al tiempo que explicaba que el Estado dominicano ha asumido “una alta responsabilidad ante la crisis haitiana que va mucho más allá de lo que le corresponde, proporcionando servicios esenciales” a los haitianos que llegan a suelo dominicano.
Por ejemplo, indicó que en 2023 las atenciones médicas a inmigrantes haitianos representaron el 12 % del total de los servicios prestados a través del sistema de salud pública dominicano.
Además, actualmente hay cerca de 200.000 menores extranjeros en las escuelas dominicanas, de los cuales se estima que 147.906 son de origen haitiano.
Estos datos “reflejan la gran carga económica y sentido humanitario de República Dominicana, pero solos no podemos”, afirmó.
Haití y EE.UU. piden más apoyo a misión policial multinacional “lejos” de vencer a pandillas
El primer ministro de Haití, Garry Conille, compareció este miércoles junto al secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, para pedir un mayor compromiso y apoyo de la comunidad internacional a la misión de seguridad desplegada en el país caribeño si se quiere derrotar a las pandillas.
“Estamos lejos, no estamos ni cerca de ganar esto (…) La misión en este momento no está lo suficientemente equipada para poder manejar (la inseguridad) y necesitará más apoyo, ayuda y acompañamiento si queremos tener éxito”, dijo Conille sobre la crisis de orden público, particularmente desbocada desde 2021 con el asesinato del presidente Jovenel Moïse.
En el primer semestre de 2024, las víctimas de la violencia (perpetrada por pandillas altamente armadas que controlan hasta el 80 % de la capital, Puerto Príncipe) se elevaron aproximadamente a 3.900 personas, de acuerdo con un informe de la Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití (BINUH).
La intervención de Conille se produjo antes de un encuentro de alto nivel en Nueva York, paralelo a la gran semana anual en la Asamblea General de Naciones Unidas, donde debatirán sobre el estado de la Misión Multinacional de apoyo a la Seguridad (MSS) de Haití, liderada por Kenia.
La poca efectividad de la misión, que se desplegó en julio y actualmente cuenta con 400 agentes kenianos del total de 2.500 efectivos prometido por diferentes países y con una financiación por debajo de lo estipulado, sigue siendo uno de los temas más recurrentes en Naciones Unidas y preocupa especialmente a EE.UU.
Grandes retos
Blinken, que fungió como organizador de la sesión de hoy, recalcó que su país es el “mayor donante” a la MSS y que recientemente anunció 160 millones de dólares adicionales para este operativo.
“Los retos siguen siendo inmensos: la violencia y los desplazamientos, la pobreza extrema y las luchas políticas internas”, aseguró Blinken, que viajó recientemente a Puerto Príncipe.
Poco antes de la comparecencia, el Departamento de Estado de EE.UU. emitió un comunicado al respecto en el que se mostraba abierto a explorar otras vías para garantizar el futuro de la MSS, “incluida la posible transición a una operación de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en el futuro”, es decir, una operación de “cascos azules” al uso, que requiere un mandato del Consejo de Seguridad.
Por otra parte, Conille agradeció hoy la implicación de Kenia en la resolución de su crisis de seguridad y consideró que, pese a la falta de recursos, están contribuyendo a una “lenta mejora” que mantiene vivas “las esperanzas” del pueblo haitiano.
“Nos preocupa que, sin la implicación urgente de todos para apoyar este esfuerzo, perderemos el pequeño éxito que hemos podido obtener”, finalizó el primer ministro de Haití, que espera el despliegue de otros 600 agentes kenianos de aquí a noviembre.
En el encuentro de alto nivel de hoy también participaron otros países como Canadá, Francia y los miembros de la Comunidad del Caribe (CARICOM).
El año pasado la violencia causó, entre muertos y heridos, 8.000 víctimas en Haití, según cifras de la ONU.
Fuente: EFE