SANTO DOMINGO.- El presidente Luis Abinader anoche enfiló cañones hacia la Cámara de Cuentas, poniendo a sus miembros en el paredón para que la opinión pública centre la mirada en esa institución que ya ha protagonizado escándalos.
Mazo 2018 fue un mes crítico para los miembros de esa institución, criticados por aumentarse el salario de forma irregular y posteriormente cuestionados por los altos montos que dedicaban a gastos catalogados de innecesarios.
Actualmente los miembros son Hugo Francisco Álvarez Pérez, pesidente; Pedro Antonio Ortíz Hernández, vicepresidente; y los miembros Felix Álvarez Rivera y Margarita Melenciano Corporán; además del secretario Carlos Noes Tejada Díaz.
La ola de críticas se desató cuando la opinión pública supo que en enero 2018 sus miembros se habían aumentado el sueldo. Su presidente, Hugo Álvarez Pérez, tuvo un incremento de 73 mil 500 pesos mensuales y los cuatro miembros también vieron aumentados sus ingresos en 65 mil 793 pesos cada mes.
Tras los incrementos Álvarez Pérez, quien anoche anunció su renuncia al cargo accediendo a la invitación del presidente Abinader, devengaba un salario de 423,500 pesos. Y los miembros de la entidad quedaron con 313,304 pesos mensuales.
La Cámara de Cuentas, responsable de auditar, nunca ha auditado a fondo ni en serio a ninguna entidad pública. Le hemos solicitado que lo hiciera ahora, pero en ningún caso ha acudido. Esta Cámara de Cuentas responde a los intereses del PLD. Esta Cámara de Cuentas es parte de su blindaje y sus miembros ya deberían haber renunciado.
«La disposición de la Cámara incrementa el monto de su nómina fija de empleados RD$29,440,188 a RD$33,947,962, (unos RD$4.5 millones más) en momentos en que ese órgano fiscalizador del Estado goza de un aumento de RD$80 millones en su presupuesto», reseñaba la prensa en ese momento.
Con esa decisión la institución actuaba en contra del artículo 140 de la Constitución que estipula que «“Ninguna institución pública o entidad autónoma que maneje fondos públicos establecerá normas o disposiciones tendentes a incrementar la remuneración o beneficios a sus incumbentes o directivos, sino para un periodo posterior al que fueron electos o designados. La inobservancia de esta disposición será sancionada de conformidad con la ley”.
Pero los escándalos no quedaron ahí. En ese mismo mes se supo que mensualmente la institución paga entre 900 mil y un millón 300 mil pesos por concepto de almuerzo para sus 500 empleados.
Asimismo se filtraron cheques por montos entre los 16 mil y los 36 mil pesos por concepto de almuerzos en restaurantes de la capital.
«En mayo de 2017, aparecen desembolsos por un total de RD$2,674,427.05 por concepto de alimentos y bebidas, además de otro cheque pagado a un restaurante por RD$12,301.50, también por el mismo concepto de almuerzo», se supo en ese momento.
Y por si ofrecer el almuerzo a sus empleados no fuera suficiente, la institución en diciembre del 2019 compró 2 millones 128 mil 500 pesos en bonos para repartir entre los trabajadores, quienes además disfrutaron de un banquete con buffet, buenos vinos, champangne y cavas.
Pero, de forma inexplicable la institución registró gastos por 73,475 pesos en cigarros y también se pagan tarjetas de créditos por montos superiores a los 300 mil pesos.
Esos fueron los primeros escándalos de los nuevos miembros de la Cámara de Cuentas, a los que Abinader ha sugerido renuncia bajo la acusación de que responden a los intereses del PLD.
Luego de que se evidenciara el despilfarro la institución ha sido recurrente en alegar que no cuenta con fondos para hacer las auditorías que se solicitan.
Vía Noticias SIN