La Paz (EFE).- Las mesas electorales en Bolivia comenzaron a cerrar a las 16:00 hora local (20:00 GMT), tras ocho horas de votación en las elecciones de este domingo, en las que se eligen presidente, vicepresidente y se renueva a los miembros del Legislativo para el periodo 2025-2030.
En varias de las nueve regiones del país, los jurados electorales ya iniciaron el escrutinio en las 34.026 mesas instaladas, según datos del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Según la norma electoral, las mesas deben funcionar durante ocho horas ininterrumpidas desde su apertura, por lo que el horario de cierre puede retrasarse en aquellas que demoraron en abrir. Además, deberán permanecer abiertas las mesas donde aún haya personas esperando en fila su turno para votar.
En su evaluación de media jornada, el presidente en funciones del TSE, Óscar Hassenteufel, destacó que «el cien por ciento» de las mesas se abrieron en los nueve departamentos.
El vocal electoral afirmó que hubo «algún hecho aislado» que «no se puede evitar», si bien insistió «en que en general ha sido una jornada bastante tranquila» y expresó su deseo de que «continúe así».
El presidente Luis Arce y su candidato emiten su voto
El presidente de Bolivia, Luis Arce, emitió su voto en la ciudad de La Paz y aseguró que habrá un «tránsito democrático» en el país, y dijo que «recuperar la democracia» es la mejor herencia que dejará su Gobierno.
El mandatario tras sufragar exhortó «a toda la población a que acuda a las urnas y que vote por el candidato o candidata de su preferencia».
Entre tanto, el candidato presidencial del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS), Eduardo del Castillo, sostuvo que la gente sabe que «la mejor opción» electoral es ese partido, al acudir a su centro de votación.
«Es un derecho democrático que la gente puede votar blanco, puede votar nulo, sin embargo sabe que la mejor opción es la del MAS», dijo Del Castillo a los medios en la ciudad oriental de Santa Cruz.
El abogado, de 36 años, afirmó que «hay que salir de la crisis» económica por la que atraviesa el país «sin afectar el bolsillo de los más pobres» y también expresó su deseo de que «sea una jornada bastante tranquila».

Un llamado de la oposición a participar
El candidato y empresario opositor Samuel Doria Medina instó a los bolivianos a votar para salir «de manera pacífica» de la crisis económica que vive el país, tras emitir su voto en las elecciones.
«Hoy es un día muy importante para los bolivianos, porque a través del voto podemos salir de esta crisis económica de manera pacífica, de manera democrática y cambiar lo que necesita nuestro país», dijo Doria Medina a los medios en La Paz.

El empresario, de 66 años, lamentó que en la víspera, parlamentarios oficialistas afines al expresidente Evo Morales trataron de ingresar por la fuerza al centro de cómputo de la alianza Unidad, por la que postula, «aduciendo que se preparaba un fraude, cuando es de conocimiento público que todos los partidos hacen control electoral».
También el candidato y expresidente de Bolivia Jorge ‘Tuto’ Quiroga (2001-2002) afirmó que el país «cambiará dramáticamente» después de estas elecciones generales, luego de emitir su voto en La Paz.
«Es una jornada que va a marcar la historia de Bolivia, va a cambiar dramáticamente el país después de este 17 de agosto, después de dos décadas que han sido destructivas, polarizantes, de mucha persecución, de mucho dolor, este domingo sale el sol», dijo Quiroga a los medios.
Por su parte, el candidato opositor por la alianza Autonomía para Bolivia- Súmate, Manfred Reyes Villa, pidió a los bolivianos que vayan a votar por el fortalecimiento de la democracia.
Un ambiente de polarización
Hassenteufel destacó al inicio de la jornada electoral que este proceso «es el más importante de la historia contemporánea, no sólo porque se juegan muchas cosas, sino porque coincide con la celebración del bicentenario de la independencia», conmemorado el pasado 6 de agosto.
También reconoció que llegar a esta fecha «no fue fácil» porque «surgieron dificultades que complejizaron este proceso» incluso más que las elecciones de 2020, celebradas con medidas de seguridad por la pandemia de la covid-19 y aún con tensiones por la crisis social y política posterior a los fallidos comicios de 2019.

En Bolivia 7.567.207 personas mayores de 18 años están habilitadas para elegir al presidente, vicepresidente, y a los parlamentarios del Legislativo y otros 369.308 ciudadanos votarán en el exterior, aunque ellos solamente elegirán al binomio gobernante y no están obligados a sufragar.
El voto en el país suramericano es obligatorio y tras emitirlo, la persona recibe un certificado de sufragio que deberá presentar para realizar cualquier trámite en instituciones públicas y bancarias en los 90 días posteriores a los comicios.
Sistema de Transmisión de Resultados Preliminares
Bolivia cuenta para esta elección con el Sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (Sirepre) que, según Hassenteufel, junto al cómputo oficial «deberían ser suficientes para evitar las injustas denuncias de fraude o manipulación dolosa de resultados».
También están desplegadas 14 misiones internacionales de observación electoral, las más numerosa de la de la Unión Europea (UE) y de la Organización de Estados Americanos (OEA), además de otras cinco delegaciones nacionales para vigilar el proceso.
Para ganar en primera vuelta, un candidato debe lograr más del 50 % de los votos, o un mínimo del 40 % con al menos diez puntos de ventaja sobre el siguiente, según la ley del Régimen Electoral.
En la víspera, el TSE recomendó que las personas no porten consigo un teléfono móvil al sufragar, tras conocerse denuncias de que en algunas instituciones estatales se estaría obligando a los funcionarios a votar por determinados candidatos y demostrar con fotografías de sus papeletas que así lo hicieron, bajo amenaza de despidos.
Fuente: EFE