La madre del líder opositor ruso Alexei Navalny presentó una demanda ante un tribunal en la ciudad ártica de Salekhard ante la negativa de las autoridades a entregarle el cadáver de su hijo, reportó la agencia noticiosa estatal rusa Tass el miércoles.
Se ha fijado una vista a puerta cerrada para el 4 de marzo, según la información, que citó a funcionarios judiciales.
Lyudmila Navalnaya lleva desde el sábado tratando de recuperar el cuerpo de su hijo, que murió en una colonia penal en el extremo norte del país un día antes. Según el equipo de Navalny, no ha podido averiguar dónde se encuentra el cadáver.
El miércoles, Navalnaya depositó flores y una foto de su hijo en un monumento dedicado a los periodistas en Salekhard, cerca de la cárcel donde murió Navalny. Las ofrendas florales que Navalnaya había dejado un día antes en el monumento de la ciudad a las víctimas de la represión habían sido retiradas durante la noche, mientras varios policías seguían vigilando cerca del monumento.
Navalnaya pidió el martes al presidente de Rusia, Vladímir Putin, que entregue los restos mortales de su hijo para poder enterrarlo con dignidad.
“Llevo cinco días sin poder verlo. No me han entregado su cuerpo. Y ni siquiera me dicen donde está», dijo Navalnaya, de 69 años y vestida completamente de negro, en el video grabado ante el recinto alambrado de la Colonia Penal número 3 en Kharp, a unos 1.900 kilómetros (1.200 millas) al noreste de Moscú.
“Me dirijo a usted, Vladímir Putin. La resolución de este asunto depende exclusivamente de usted. Déjeme ver por fin a mi hijo. Exijo que el cuerpo de Alexei sea liberado de inmediato, para que pueda enterrarlo como a un ser humano”, afirma en el video publicado en redes sociales por el equipo de Navalny.
Las autoridades rusas han dicho que por el momento se desconoce la causa de la muerte del opositor y se han negado a entregar sus restos mortales durante las dos próximas semanas, mientras continúan las investigaciones preliminares, indicaron miembros del equipo de Navalny.
Acusan al gobierno de tratar de ocultar las evidencias. El lunes, la viuda de Navalny, Yulia, hizo público un video acusando a Putin de asesinar a su esposo y apuntó que la negativa a entregar su cadáver era parte de una maniobra de encubrimiento.
“Están ocultando su cadáver de manera cobarde y mezquina, negándose a entregarlo a su madre y mintiendo miserablemente”, afirmó.
El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, rechazó las acusaciones de encubrimiento y dijo a reporteros que “estas son acusaciones absolutamente infundadas e insolentes contra el jefe del Estado ruso”.
La muerte de Navalny dejó a la oposición rusa sin su político más conocido e inspirador a menos de un mes de unas elecciones generales que, casi con toda seguridad, darán a Putin otro mandato de seis años. Supuso un golpe devastador para muchos rusos, que habían visto a Navalny como una rara esperanza para el cambio político ante la incesante represión de Putin contra la oposición.
Desde la muerte de Navalny, unas 400 personas han sido detenidas por la policía en Rusia cuando acudían a monumentos en su memoria o en recuerdo de las víctimas de la represión política con velas y flores para homenajear al opositor, según OVD-Info, un grupo que monitorea las detenciones por motivos políticos. Las autoridades acordonaron algunos de los monumentos en todo el país y retiraban las flores por la noche, aunque seguían apareciendo.
A varios de los hombres arrestados en los homenajes a Navalny se les ordenó además presentarse ante su oficina local de reclutamiento militar, donde las autoridades rusas reclutan a soldados voluntarios y actualizan los registros de las personas aptas para el servicio, de acuerdo con Go by the Forest, un grupo activista que ayuda a los rusos a evitar el servicio militar.
Peskov afirmó que la policía estaba actuando “de acuerdo a la ley” al detener a quienes homenajeaban a Navalny.
Más de 60.000 personas solicitaron al gobierno ruso que devuelva los restos de Navalny a sus familiares, de acuerdo con OVD-Info.