Punta Cana.- República Dominicana libra una lucha sin cuartel contra el sargazo ante el aumento, una vez más, de su presencia en buena parte de la turística Punta Cana y otras partes del país, por lo que las máquinas que recogen la macroalga amontonada en la arena o quienes llenan carretillas con ella forman ya parte del paisaje.
Es el caso de Marlon, de 28 años, que empuja por la orilla de la playa de Bávaro una carretilla cargada de sargazo.
“Mi jornada comienza a las 8 de la mañana y durante el día realizo decenas de viajes para quitar las algas que entorpecen el caminar de los turistas y afean esta hermosa playa”, dice a EFE Marlon.
Él forma parte de un grupo de hombres que trabajan por encargo de pequeños hoteleros para combatir diariamente la llegada del sargazo. A diferencia de ellos, las grandes cadenas hoteleras utilizan maquinarias que recorren las playas, recogiendo y triturando las algas en un carro que arrastran.
No son pocos los turistas que se entretienen mirando el ir y venir de esos tractores, mientras, ajenos a ellos y al sargazo, otros en la orilla aprenden a bailar bachata o juegan un partido de voleibol.
Aunque estas macroalgas se han convertido en algo cada vez más habitual en las playas de esta zona, Fernanda, una turista española, explica que ha estado en otras ocasiones en Punta Cana, pero siempre a finales de año, y afirma: “esta es la primera vez que veo las playas así, cubiertas de sargazo. La verdad es que impresiona”.
Ante la pregunta de si volvería otra vez responde: “definitivamente si, pero en épocas navideñas”.
El sargazo también genera dificultades a Pedro, un guía de buceo que desde hace años desarrolla su labor en esta zona: “el trabajo está complicado ahora mismo, es difícil conseguir clientes que quieran ir a bucear porque la gente supone que adonde la llevemos en la lancha todo estará igual de cubierto de sargazo”.
Mientras tanto, los turistas pasean junto a la maraña de algas que se extienden por kilómetros sobre las blancas arenas de la zona. Para llegar al agua han de pasar por encima o saltarlas.
Un poco más adelante una joven se entretiene agarrándolas con las manos y separándolas para abrir pequeños caminos, mientras una pareja se hace fotos junto a las algas acumuladas, como si se trataran de un ‘souvenir’ más.
Una emergencia para el Caribe
La proliferación de sargazo afecta a otras zonas del Caribe en Puerto Rico, Cuba o México, por lo que en la reciente Conferencia de Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC3) el presidente dominicano, Luis Abinader, pidió que se reconozca como “una emergencia regional”, una amenaza que, sumada a otros efectos del calentamiento global, asesta “un golpe significativo al producto interior bruto de las naciones insulares”.
El sargazo, alertó, “ha dejado de ser una anomalía para convertirse en una crisis” con consecuencias económicas, ambientales y sociales.
Y es que el impacto de esta microalga es amplio: además de afectar al turismo (en República Dominicana ese sector contribuye al 19 % del PIB), daña los ecosistemas marinos (peces, corales y tortugas) y repercute negativamente en la economía de los pescadores locales, a lo que hay que sumar el mal olor al descomponerse y sus eventuales perjuicios respiratorios en poblaciones expuestas, en especial en personas vulnerables.
Ahora lo que se persigue es sacar algún provecho del sargazo, usándolo en la generación de biomasa para utilizarse como combustible, emplearlo como fertilizante o extraer materiales que puedan servir en la industria para la producción de cosméticos o alimentos, entre otros.
Ante este desafío, República Dominicana lleva a cabo una serie de acciones como la protección del 30 % del territorio marino, el desarrollo de una estrategia nacional para la gestión sostenible del espacio oceánico y la creación de una plataforma de datos oceanográficos abiertos que beneficia a pescadores, investigadores y operadores turísticos.
Este mismo mes República Dominicana y la Unión Europea inauguraron el primer Grupo de Trabajo sobre la Valorización del Sargazo que reúne a actores de los sectores público, privado, académico y de la sociedad civil a fin de desarrollar cadenas de valor viables para el procesamiento del sargazo y transformar este reto en una oportunidad económica, según el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Esa cartera lanzó una convocatoria para que las empresas presenten propuestas sobre recolección, monitoreo, tratamiento y valorización del sargazo.
Como parte de su compromiso, el Gobierno dominicano anunció que recolectará y pondrá a disposición el 5 % del volumen proyectado de sargazo para 2026 (50,000 toneladas métricas) y el 10 % para 2027 (100,000 toneladas métricas).
Fuente: EFE