Santo Domingo. La comunicadora Karina Larrauri arremetió contra el Gobierno dominicano por su manejo de la controversia sobre la supuesta intervención al Jardín Botánico Nacional Rafael María Moscoso, señalando una estrategia de “silencio informativo” que solo se rompió tras la presión ciudadana.
En una serie de publicaciones en su cuenta de X (antes Twitter), Larrauri cuestionó la falta de transparencia y criticó que el Gobierno no ofreciera explicaciones claras mientras crecían las protestas y el descontento social.
“Hace varios días que venimos escuchando el clamor ciudadano para que no intervengan el Jardín Botánico. Un clamor válido, nacido de la incertidumbre. Porque mientras se hablaba en todos lados, el Gobierno no decía una sola palabra”, escribió.
Larrauri denunció que mientras se formaban cadenas humanas, las redes se activaban y la gente salía a la calle, el Ejecutivo guardaba silencio. “¿Silencio estratégico? Puede ser. ¿Desorden informativo? Seguro”, añadió.
Cuando finalmente el presidente Luis Abinader declaró que el Jardín Botánico “no se toca” y que será ampliado en más de 20 mil metros cuadrados, la comunicadora se preguntó:
“Si desde el inicio no se iba a tocar… ¿por qué dejaron que creciera la idea contraria? ¿Por qué no comunicarlo a tiempo? ¿Por qué dejar que la gente se altere sin necesidad?”
También cuestionó el rol del ministro administrativo de la Presidencia, José Ignacio Paliza, quien reaccionó con un “no opinen de lo que no conocen”. Según Larrauri, fue precisamente ese silencio el que alimentó la desinformación y la reacción colectiva.
Más adelante, la comunicadora sugirió que el Gobierno podría estar aplicando una estrategia sistemática para generar tensión y luego posicionarse como solución:
“Lanzar una propuesta impopular, medir la reacción, desacreditar al que la critica… y luego aparecer como ‘el presidente que escucha al pueblo’. ¿Les suena conocido?”
Afirmó que este patrón de gestión tiene un costo social y emocional elevado, porque deja la sensación de que las decisiones se toman “a espaldas del pueblo” y solo se comunican cuando hay presión.
“Eso, más que estrategia, es una forma peligrosa de gobernar. Porque cuando la gente siente que el Estado no escucha, no informa y recula cada vez que hay escándalo, se erosiona algo mucho más grave: la confianza institucional”, advirtió.
Karina Larrauri cerró con un mensaje contundente al presidente y su equipo:
“Por Dios, ¡cambien la estrategia! Hablen con sus asesores, que ya es muy evidente.”