Santo Domingo. – El 7 de abril de 2025, apenas un día antes del colapso del techo del Jet Set Club, Gregory Adames, empleado del establecimiento y persona de confianza de los propietarios, alertó directamente a Antonio Espaillat sobre el riesgo inminente.
Según el expediente del Ministerio Público, a las 2:33 p.m. Adames le escribió por WhatsApp:
“Don, hay un tema importante que hay que revisar en la discoteca. Los plafones que se están rompiendo, es que se están cayendo pedazos del techo y es peligroso eso, es bueno desde que haya chance revisar el techo completo.”
Antonio Espaillat respondió de inmediato:
“Manuel de inmediato. Llámalo.”
Refiriéndose a Manuel Jiménez Mateo, encargado de mantenimiento.

Este intercambio quedó registrado en el celular de Adames, entregado voluntariamente a las autoridades. La conversación es una de las piezas claves que sustenta la acusación de homicidio involuntario por negligencia contra los hermanos Antonio y Maribel Espaillat, propietarios del icónico club nocturno.
La tragedia ocurrió al día siguiente, el 8 de abril, dejando 235 muertos y más de 180 heridos, en lo que se ha convertido en la peor catástrofe en un centro de entretenimiento en la historia del país.