Nueva York/Toronto (EFE). – Las autoridades estadounidenses investigan la explosión ocurrida esta mañana en el puente Rainbow, frontera entre Canadá y Estados Unidos en el norte del estado de Nueva York, pero ninguna fuente ha confirmado hasta el momento que haya detrás un móvil terrorista, como adelantaron algunos medios.
Lo único que se sabe con certeza es que los dos ocupantes de un vehículo murieron en una explosión cuando trataban de acceder por el puente desde Canadá hacia Estados Unidos, que se levanta por encima de las famosas Cataratas del Niágara.
El puente ha sido cerrado en ambos sentidos, así como otros tres puentes cercanos entre Canadá y EE.UU. como medida de precaución, mientras que el FBI investiga el incidente utilizando incluso drones que sobrevolaron el lugar antes de que anochezca.
Fue el ministro de Seguridad Pública de Canadá, Dominic LeBlanc, el que dijo que se trataba de “un incidente muy grave” que las autoridades canadienses “se toman muy en serio”, pero también pidió “no hacer conjeturas” sobre las causas.
La situación en el puente Rainbow
La gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, viajó a Buffalo, la capital del condado, y dijo que había encargado a la unidad antiterrorista del FBI y a la Policía estatal vigilar todos los puntos de entrada al estado, pero tampoco ella se pronunció sobre los posibles móviles o sobre la posibilidad de que fuera un accidente.
Desde el Gobierno federal en Washington, se comunicó que el presidente Joe Biden “había sido informado” y que él y su equipo seguían de cerca las investigaciones.
El medio local Buffalo News cita a “una fuente con conocimiento de lo sucedido” y asegura que el chófer del vehículo siniestrado entró en el puente a gran velocidad e invadió una calzada del sentido contrario, antes de colisionar con una barrera puesta por el Servicio de Aduanas y explotar.
El vehículo iba “a 200 kilómetros por hora”
Un video que comenzó a circular hace unos minutos muestra el vehículo, de color blanco, entrando en la zona fronteriza a toda velocidad, y un testigo citado por los medios canadienses asegura que el vehículo iba “a 200 kilómetros por hora”.
La cadena CNN mostró unas imágenes de lo parece ser una garita de la Policía fronteriza y la carcasa calcinada de un vehículo, aparentemente consecuencia de un gran impacto.
Aunque no tiene jurisdicción sobre esa zona, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, anunció en X (antes Twitter) que enviaba como refuerzo a agentes de la Policía de la ciudad (NYPD), y en aparente reacción a lo sucedido anunció un refuerzo de la seguridad en toda la ciudad.
“Los ciudadanos van a ver una seguridad reforzada en lugares de toda la ciudad, incluyendo puntos de entrada y salida de la urbe”, dijo Adams, lo que podría ocasionar congestiones de tráfico en uno de los fines de semana de mayor movimiento de todo el año por la fiesta de Acción de Gracias que comienza mañana.
El líder de la oposición canadiense tacha de ataque terrorista
El líder de la oposición canadiense, Pierre Poilievre, señaló que la explosión de un carro en el puente Rainbow, que conecta a Estados Unidos con Canadá, en la que ha habido dos muertos, se trata de un “ataque terrorista”.
Poilievre pidió en la Cámara Baja al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, que confirmara lo sucedido, pero éste se limitó a decir que era “una situación muy grave” y que solo había recibido información de la explosión de un vehículo en ese puente.
Trudeau añadió que cuatro puentes que conectan a Canadá y EE.UU., entre ellos el de Rainbow, en la localidad de Niagara Falls, están cerrados y que se estaban adoptando medidas de seguridad adicionales “en todos los pasos fronterizos del país”.
El primer ministro canadiense añadió que el Gobierno canadiense está en permanente contacto con las autoridades estadounidenses para “seguir recibiendo información y trabajar en esta situación tan grave”.
Con anterioridad, el ministro de Seguridad Pública de Canadá, Dominic LeBlanc, dijo que no podía dar detalles sobre lo ocurrido porque “la situación está evolucionando rápidamente” y las autoridades habían recibido informaciones contradictorias.
Pero LeBlanc insistió en que “la situación es muy grave” y en que Canadá ha reforzado las medidas de seguridad en todos los puestos fronterizos “para proteger a los canadienses”.