La sede de la Superintendencia de Bancos, en tiempo de Danilo Medina, estaba sembrada de cámaras y micrófonos para espiar a empleados y visitantes.
Así lo revelaron fuente de esa institución, quienes reaccionaron aterrorizado por el sorpresivo hallazgo: un centro de espionaje.
De entrada, según las fuentes, más de 110 micrófonos fueron estratégicamente instalados en lugares imposibles de detectar.
Los mismos estaban instalados en jardines, pasillos, en los despachos de gerentes e intendentes, en los baños (cuidado, damas, la cámara quizás estaban activas) y en los parqueos. Los autores de ese espionaje, ¿serían alumnos de Bolívar Sánchez, la mano derecha y hombre de confianza de Jean Alain Rodríguez de intervención de teléfonos?
El dispositivo de espionaje en la Superintendencia de Banco también incluía unas 53 cámaras diminutas y súper sensibles ¿por si César El Abusador, asomaba?
Todo el personal de la Superintendencia de Bancos, tenía hasta los celulares intervenidos, y si en algún momento alguien dejó entrever su simpatía por el León, opinó contra la corrupción y en favor del cambio, de inmediato el jefe procedía, de acuerdo a como actúan los aspirantes a dictadores.
Y habría que ver si el espionaje trascendió más allá de ese organismo estatal.