El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, defendió la entrada esta madrugada de un operativo policial en la Embajada de México en Quito para detener al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas al esgrimir que la condena previa contra Glas prevalece sobre una condición de asilado político cuya validez además fue disputada por el mandatario ecuatoriano.
“Ningún delincuente puede ser considerado un perseguido político”, hizo saber Noboa en un comunicado tras la operación efectuada por la Policía de Ecuador en la Embajada, un incidente que llevó a México a romper inmediatamente relaciones con el Gobierno ecuatoriano al entender la incursión como un ataque a su territorio soberano.
El mandatario ecuatoriano expresó a través de un comunicado que no permitirá “que ningún delincuente quede en la impunidad. (AP Foto/David Bustillos)
Noboa, en su nota oficial publicada en redes sociales una hora antes de que la ministra de Exteriores mexicana, Alicia Bárcena, anunciara la ruptura de relaciones, esgrime que la diplomacia mexicana ha “abusado de las inmunidades y privilegios” al conceder al ex vicepresidente un “asilo diplomático contrario al marco jurídico convencional” antes de reiterar que Glas ya había sido “condenado con sentencia ejecutoriada y contaba con disposición de captura emitida por las autoridades competentes”.
La diplomacia mexicana ha “abusado de las inmunidades y privilegios” al conceder al ex vicepresidente un “asilo diplomático contrario al marco jurídico convencional”, dijo Noboa. (REUTERS/Karen Toro)
“Toda Embajada tiene una sola finalidad: servir como un espacio diplomático con el objetivo de estrechar las relaciones entre los países”, señaló el presidente ecuatoriano antes de manifestar que “Ecuador es un país soberano y no vamos a permitir que ningún delincuente quede en la impunidad”.
Glas permanecía desde mediados de diciembre en la sede diplomática mexicana, donde ingresó argumentando temor por su seguridad y libertad personal. La Embajada lo acogió como huésped y sus abogados ya informaron hace semanas de que habían entregado una solicitud formal para el pedido de asilo político.
La Policía de Ecuador irrumpió en la embajada de México en Quito y detuvo al ex vicepresidente Jorge Glas. (REUTERS/Karen Toro)
Esta maniobra del ex vicepresidente se produjo después de que la Policía Nacional ordenara su detención para prestar declaración ante la Fiscalía por el caso de posible malversación de caudales públicos en la reconstrucción de la provincia de Manabí tras el terremoto de 2016, que dejó más de 670 muertos.
En otro proceso, el ex funcionario fue condenado en diciembre de 2017, cuando había sido reelegido, a seis años de cárcel por la trama de corrupción de la firma brasileña Odebrecht.
En 2022 obtuvo su libertad condicional al beneficiarse de un recurso de habeas corpus.
“Reiteramos nuestro respeto al pueblo mexicano que comparte nuestro sentir por la lucha contra la corrupción que afecta a nuestros países”, concluye el comunicado de Presidencia de Ecuador.
El gobierno ecuatoriano señaló que “al haberse abusado de las inmunidades y privilegios y conceder un asilo diplomático contrario al marco jurídico convencional, se ha procedido con su captura”. (REUTERS/Karen Toro)
Tras la declaración como ‘persona non grata’ a la embajadora mexicana en Quito y su posterior expulsión del país, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que su país concedería finalmente asilo político a quien fue vicepresidente de Ecuador con Rafael Correa durante diez años, el detonante de esta crisis diplomática que ha estallado con la entrada de la Policía ecuatoriana en la Embajada de México.
Antes de la detención, Ecuador calificó de “ilícito” el asilo otorgado por México e insistió en que no otorgará el salvoconducto para que Glas vaya a México, que en los últimos años ha concedido asilo o refugio a correístas como el ex canciller Ricardo Patiño y los diputados Soledad Buendía, Carlos Viteri y Gabriela Rivadeneira.
(Con información de Europa Press y AFP)
Fuente: INFOBAE