LA PAZ, Bolivia (AP) — Las clases escolares fueron suspendidas y varios vuelos debieron reprogramarse en dos regiones de Bolivia el lunes debido a la densa humareda ocasionada por los incendios forestales que desde hace semanas están arrasando bosques y pastizales.
Mientras tanto, el gobierno boliviano solicitó ayuda a Francia, Brasil y Chile para apagar los siniestros, que se han agravado por una intensa sequía.
“Se ha trabajado con la Cancillería para activar con los países amigos la cooperación para tener una acción más rápida para apagar los incendios”, dijo el ministro de Defensa, Edmundo Novillo, al cabo de una reunión de emergencia del gabinete ministerial del presidente Luis Arce para abordar la situación el domingo.
Los gobiernos de Francia, Brasil, Chile y Venezuela han sido contactados por el gobierno boliviano para que faciliten aeronaves que ayudan a sofocar los incendios, según el funcionario.
Las regiones más castigadas con incendios y humaredas son Santa Cruz y Beni en el oriente donde fueron suspendidas las labores escolares. Cochabamba en el centro y el norte de La Paz también están afectadas por contaminación del aire, según las autoridades.
La decisión de pedir ayuda internacional ha sido aplaudida por varios sectores del país entre ellos la oposición política toda vez que las capacidades locales quedaron rebasadas.
El gobierno había informado que los incendios ya estaban controlados, pero en últimos días han vuelto a reactivarse por las altas temperaturas que rondan los 40 grados en las tierras bajas y fuertes vientos, señaló el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, el lunes.
Hasta ahora el gobierno movilizó dos helicópteros para descargar agua, pero no son suficientes. Más de 200 bomberos muchos de ellos soldados de las FFAA combaten las llamas.
El estatal Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI) emitió en pasados días una alerta roja en cuatro de las nueve regiones por altas temperaturas.
La situación se ha tornado critica en las últimas semanas debido a una de las peores sequías lo que llevó al relator especial de Naciones Unidas, David R. Boy, a urgir al gobierno por medidas más firmes contra “los incendios que están destruyendo los bosques y los territorios tradicionales de los pueblos indígenas”, según dijo en su cuenta de X, antes Twitter.
En la región de la Chiquitania, un bosque secó en la provincia de Santa Cruz los golpes de calor extremo han provocado la muerte de una decena de adultos mayores con enfermedades de base debido a cuadros de deshidratación y contaminación del aire, según reportes médicos del hospital de Roboré.
Malas prácticas tradicionales llevan a los campesinos y agricultores a quemar barbechos y pastizales en tiempo seco para renovar pastizales y cultivos, pero con frecuencia los incendios salen de control. Este año se agravaron debido a la sequía y las altas temperaturas que castigan a gran parte de Sudamérica por el fenómeno climático El Niño y los efectos del cambio climático.
Numerosas protestas de calle han criticado al gobierno de ser tolerante con los incendios forestales con leyes permisivas.
El ministro de Gobierno, Carlos Eduardo del Castillo, informó de cuarenta detenidos. Más de 2.5 millones de bosques y pastizales se han quemado, según reportes preliminares del gobierno.
Según el sitio de la ONG ambientalista Greenpeace el lunes se mantenían activos 184 focos de calor en Bolivia.