Camila Cabello viajó República Dominicana, reveló la cantante sin ofrecer mayores detalles, pero publicando dos fotografías en su cuenta de Instagram con atuendo playero.
«Because i was hashtag living life but I was in the REPÚBLICA DOMINICANA BABYYYYYY VAMO A UN TETEOOOOOO», escribió la artista.
Entrada la noche del lunes, el post en Instagram, red en la que es seguida por 59.6 millones de usuarios, llevaba más de 624 mil «me gusta» y casi 5 mil comentarios, incluyendo dos emoji de corazón y uno de la bandera dominicana del cantante de bachata Prince Royce.
Famosa por canciones como «Havana», «Señorita» y «Don’t Go Yet», Cabello nació en Cuba, de madre cubana y padre mexicano.
A sus 24 años, la artista cubanoestadounidense se siente «más fuerte y conectada» con sus raíces latinas.
«Todo lo que hago refleja mi orgullo de ser una mujer latina y no podría ser de otra forma. Está en mi ADN y en mi entorno», dice Cabello a Efe en una reciente entrevista.
No lo dice con la boca pequeña. Los ritmos tropicales siempre han estado en su música, en la que no ha dudado en ofrecer además palabras en español y referencias a su Cuba natal.
Su presencia en las redes refleja la intensa dualidad cultural de Miami, la ciudad a la que llegó desde Cuba a los 7 años, y su activismo ha estado ligado a causas importantes para la comunidad latina de Estados Unidos.
Cabello no recuerda su vida sin tener conciencia de las dificultades en Cuba. Vivió la experiencia de ser detenida en la frontera de México a Estados Unidos.
El «susto» fue corto gracias a que en aquella época todavía los cubanos tenían un trato preferencial, pero su padre, mexicano, tuvo que soportar una larga espera para poder reunirse con ella y su madre en Miami.
La solidez de Cabello también ha quedado clara en la forma en la que ha reaccionado a las críticas a su físico en las redes sociales.
«Los que me toman fotos en la playa, corriendo, haciendo mi vida como cualquier persona normal y después las publican hacen lo mismo que si se metieran en mi cuarto. Es una violación a mi privacidad y se siente horrible», critica.
La experiencia empeora «cuando algunos caen en cuenta que soy como cualquier mujer. Si como se me infla la barriga, tengo imperfecciones como todo el mundo. Es muy difícil. Hay comentarios que me han hecho sentir mal. Yo creo en comer sano, en moverse para estar saludable, pero también creo que hay que cuidarse la salud mental y defenderse de esos ataques tóxicos», destaca.
No obstante, sus recientes comentarios en las redes sobre la necesidad de quererse a una misma, a los cuerpos de «mujeres reales con curvas y celulitis y estrías y grasa», explica, no solo son para que sus fans pongan las fotos en perspectiva, sino para resguardar a los más jóvenes.
«(Lo hice) Para proteger a las muchachas, como mi hermanita, como mis seguidoras, que están viviendo en un mundo en el que la belleza femenina está basada en algo irreal», argumenta. «Ya no se puede decir que es porque ven modelos luciendo perfectas en revistas. Ahora todo el mundo parece perfecto en sus redes sociales y eso es falso».