Este megaproyecto contempla la construcción de un aeropuerto internacional, más de 10,000 habitaciones hoteleras, áreas comerciales y residenciales, así como infraestructuras turísticas y portuarias, incluyendo un puerto para cruceros que ya ha recibido importantes embarcaciones desde 2024.
El desarrollo está guiado por estrictos criterios de sostenibilidad, con programas activos para la conservación de flora y fauna autóctonas, apoyados por el Ministerio de Medio Ambiente, el Jardín Botánico Nacional y organizaciones locales. Entre estas iniciativas destaca el Vivero Cabo Rojo, que preserva y reubica especies nativas antes de las construcciones.
Además, el proyecto genera empleo y oportunidades para la comunidad mediante capacitaciones técnicas lideradas por INFOTEP, que ha formado a miles de habitantes en áreas como turismo, hostelería y servicios, facilitando su inserción laboral y emprendimiento.

El puerto de Cabo Rojo se ha convertido en un importante punto de llegada para cruceros, dinamizando la economía local y promoviendo la cultura y artesanía dominicana. Paralelamente, la modificación de la Ley 36-24 busca optimizar la gestión del desarrollo turístico a través de la Corporación Turística de Cabo Rojo, fortaleciendo el marco legal y ofreciendo incentivos fiscales a los inversionistas.
Autoridades e inversionistas tienen claro que el éxito del megaproyecto depende del equilibrio entre inversión, conservación ambiental y bienestar social.
Conjugando estos elementos, Cabo Rojo tiene el potencial de consolidarse como un modelo de turismo sostenible y desarrollo inclusivo en la República Dominicana.