J. REYNA / AFP / RÍO DE JANEIRO
El presidente Jair Bolsonaro votó este domingo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales vestido con una camiseta de la selección brasileña de futbol en el barrio Vila Militar, en Río de Janeiro.
Bolsonaro deseó que «venza el mejor».
El ultraderechista, que marcha segundo en las encuestas, ha cuestionado la fiabilidad del sistema electoral de Brasil, despertando temores de que no acepte una eventual derrota frente al exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva.
La última encuesta del Instituto Datafolha atribuye 36% de las intenciones de votos válidos a Bolsonaro frente a 50% para el expresidente Lula (2003-2010), porcentaje mínimo para evitar un segundo turno el 30 de octubre.
Bolsonaro abandona la casilla de votación tras sufragar en Río de Janiero. (Foto: AFP)
Bolsonaro, de 67 años, ha gobernado el mayor país de América Latina a golpe de crisis, especialmente con una fustigada gestión de la pandemia que dejó 686.000 muertos y un desafío constante a las instituciones democráticas.
Mantiene un sólido apoyo entre el electorado evangélico, el agronegocio y los sectores más conservadores.
Desde hace meses, el ultraderechista arremete sin ninguna prueba contra la fiabilidad del voto electrónico vigente en Brasil desde 1996.
Su actitud ha llevado a muchos observadores a no descartar algún conato de violencia por parte de sus seguidores, como ocurrió con la toma del Capitolio estadounidense en enero de 2021, tras la derrota de Donald Trump.
Pero según analistas, Bolsonaro no cuenta con los apoyos internos necesarios para tener éxito en un desafío a la justicia electoral.