El presidente Joe Biden pidió este miércoles al Congreso que suspenda los impuestos federales a la gasolina y al diésel durante tres meses, una medida destinada a aliviar las presiones financieras y a favorecer al bolsillo de los contribuyentes.
Biden también dijo a los legisladores y a las empresas petroleras que «hagan su parte» para colaborar en la baja de los precios de los combustibles. «Yo estoy haciendo mi parte… pido que hagan la suya», dijo a empresas, estados y legisladores.
El impuesto federal a la gasolina es de 18.4 centavos por galón y al diésel de 24.4 centavos por galón. Si los ahorros en gasolina se trasladaran por completo a los consumidores, la gente ahorraría aproximadamente un 3.6 % en el surtidor cuando los precios promedian alrededor de $5 por galón en todo el país.
El presidente también habló a los estados para que suspendan sus propios impuestos a la gasolina o que proporcionen algún tipo de alivio similar.
Biden enfatizó en que el mayor factor impulsor de los precios de la gasolina está relacionado a la «guerra de Putin en Ucrania», siendo que Rusia «es uno de los mayores productores de petróleo del mundo».
Habló a las compañías que administran las gasolineras: «A las empresas… y los que colocan los precios en los surtidores: este es un momento de guerra, un tiempo peligroso, en Ucrania, estos no son tiempos normales, bajen los precios que están marcando en los surtidores, para reflejar los precios que ustedes están pagando por el producto. Háganlo ahora, sus clientes, los estadounidenses necesitan un alivio ahora».
En contexto de inflación, la gasolina despunta
La Casa Blanca no controla ni puede controlar los precios de la gasolina. Más de la mitad del costo por galón de gasolina se basa en el precio subyacente del petróleo, que se establece a nivel mundial.
Los consumidores se ven afectados por precios más altos en todo el país, y se ha convertido en un dolor de cabeza para la administración de Biden. En un contexto de alta inflación, el aumento en los precios de la gasolina es quizás el más notable: el promedio nacional superó los $5 por galón por primera vez a principios de este mes.
No está claro si Biden cuenta con el apoyo del Congreso para esta legislación. En su alocución de este miércoles, el presidente ha apuntado repetidamente a las compañías de petróleo y gas, indicando que tienen políticas que priorizan las ganancias a expensas de los consumidores.
El precio de la gasolina impacta a Biden
Los altos precios de la gasolina representan una amenaza política para Biden y los demócratas. Han provocado que la confianza en la economía se desplome, algo que parece un mal augurio para defender el control demócrata de la Cámara Baja y el Senado en noviembre.
Los esfuerzos anteriores de Biden para reducir los precios de la gasolina, incluida la liberación de petróleo de la reserva estratégica de EEUU, y una mayor mezcla de etanol este verano, han hecho poco para reducir el precio final del producto, un riesgo que se traslada a la idea de una exención del impuesto a la gasolina.
Biden ha reconocido cómo los precios de la gasolina han drenado el entusiasmo del público cuando intenta convencer a la gente de que Estados Unidos aún puede girar hacia un futuro de energía limpia.
En una entrevista con AP la semana pasada, Biden describió un país que ya tiene algunas cicatrices psicológicas de la pandemia de coronavirus y que ahora está preocupado por cómo pagar la gasolina, los alimentos y otros elementos esenciales.
“Si se dan cuenta, hasta que los precios de la gasolina comenzaron a subir… las cosas eran mucho más optimistas”, dijo.
¿Cuánto puede hacer Biden para bajar los precios de la gasolina?
En realidad, el presidente puede hacer muy poco para fijar los precios de los mercados globales, las empresas con fines de lucro, la demanda de los consumidores y las réplicas de la invasión rusa de Ucrania. El problema subyacente es la escasez de petróleo y de refinerías que producen gas, un desafío que una moratoria fiscal no necesariamente puede resolver.
Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics, estimó que la mayor parte de la inflación del 8.6 % observada en los últimos 12 meses en EEUU proviene del aumento de los precios de las materias primas debido a la invasión de Rusia a Ucrania y las continuas interrupciones provocadas por el coronavirus.
“En el corto plazo inmediato, es fundamental detener el aumento de los precios del petróleo”, dijo Zandi la semana pasada, sugiriendo que Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y un acuerdo nuclear con Irán podrían ayudar a aumentar los suministros y bajar los precios.
Los legisladores republicanos han tratado de culpar más a Biden, diciendo que creó un ambiente hostil para los productores de petróleo nacionales, lo que provocó que su producción se mantuviera por debajo de los niveles previos a la pandemia.
El presidente también ha pedido a las empresas de energía que acepten márgenes de ganancia más bajos.Esto ha aumentado las tensiones con los productores de petróleo y el jefe de Chevron, Michael Wirth, envió una carta a la Casa Blanca diciendo que la administración “ha buscado en gran medida criticar, y en ocasiones vilipendiar nuestra industria”.
Las empresas de energía tienen previsto reunirse el jueves con la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, para discutir formas de aumentar el suministro.
Fuente: www.univision.com