Estados Unidos.- EFE. El drástico aumento en el cruce de migrantes y las bajas temperaturas invernales han obligado al condado de Santa Cruz, en la frontera de Arizona con México, a improvisar un refugio en lo que anteriormente fue un banco.
«Este edificio tenía muchos años cerrado. Por ahora decidimos utilizarlo para albergar a los migrantes mientras esperan ser transportados a otros lugares, incluyendo albergues en Tucson y Phoenix», dijo a EFE el alcalde de la ciudad de Nogales, Arizona, Jorge Maldonado.
Diariamente la Patrulla Fronteriza está liberando a cientos de migrantes, en su mayoría familias enteras, en las calles de Nogales.
La cantidad es tan grande que esa ciudad del condado de Santa Cruz se vio obligada a buscar una forma de brindar refugio temporal a los migrantes para que no tengan que esperar en las calles expuestos a las bajas temperaturas del invierno.
La idea surgió después de que la semana pasada la región fuera azotada por una tormenta invernal que trajo lluvia por días y temperaturas gélidas.
«Para las madres y los niños es mejor esperar dentro del edificio que en las calles», dijo el alcalde.
Al momento en que bajan de los autobuses de la Patrulla Fronteriza, los migrantes son recibidos por empleados del condado, quienes en español les dan instrucciones.
Afuera del inmueble se ha colocado un señalamiento que prohíbe acercarse o tomar fotografías a los migrantes, y se advierte al público que el edificio ya no es un banco.
La Patrulla Fronteriza Sector Tucson, el cual cubre el 90 % de la frontera de Arizona con México, reportó un incremento del 159 % en las detenciones de migrantes en esta región solamente durante noviembre.
Mientras que en octubre ese sector registró la detención de 46.349 migrantes, durante noviembre registró cerca de 120.000 detenciones.
El incremento en el cruce migratorio ha sido tan grande que a principios de diciembre la gobernadora de Arizona, la demócrata Katie Hobbs, ordenó el envío de miembros de la Guardia Nacional para asistir a la Patrulla Fronteriza.