Marbella.- El actor español Antonio Banderas derribó la casa que compró en Marbella (sur de España) a mediados de los 90, y donde vivió parte de la época en la que estuvo casado con la actriz norteamericana Melanie Griffith, tras años de litigios judiciales para conservarla.
Banderas adoptó esta decisión para zanjar la situación irregular en la que estaba el inmueble, según confirmaron a EFE fuentes municipales.
El problema principal del edificio era que la licencia de construcción de la propiedad, edificada en 1995 y comprada dos años después por Antonio Banderas, era ilegal, de manera que fue anulada por la justicia.
Una primera sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía en 2003 dejó sin efecto el permiso municipal de obras de 1995. El motivo es que la casa ‘La Gaviota’ se había construido sobre una parcela calificada como ‘equipamiento sanitario’.
Además, explicaba el auto en cuestión, la propiedad de Banderas -ubicada en una exclusiva urbanización- invadía la zona de dominio público marítimo terrestre. El actor lo recurrió.
En 2008 el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía rechazó el recurso presentado por la defensa del actor malagueño en el que pedía la nulidad de la sentencia que instaba a Banderas a demoler un ala de la vivienda marbellí.
El alto tribunal exponía que no había razón para anular esta sentencia y ratificaba la nulidad de la licencia de obra concedida en la época en la que fue alcalde de Marbella Jesús Gil, implicado en varios casos de corrupción urbanística.
Esta licencia de obra no es el único problema que tuvo Banderas con esta casa, que compró a la popular periodista española Encarna Sánchez, ya que en 2013 se vio obligado a ceder al Ayuntamiento parte de la parcela sobre la que se ubicaba el chalé.
Esta cesión de algo más de 1.200 metros cuadrados de suelo de la zona del jardín, fruto de un acuerdo entre el actor y el Consistorio, permitió la ampliación de un tramo del paseo marítimo.
El Ayuntamiento explicó en su día que el actor siempre estuvo de acuerdo con esta cesión que le obligó a derribar parte del muro exterior de la finca.
En 2015 el Tribunal Supremo español invalidó el plan de ordenación de Marbella y desde entonces el chalé se encontraba en situación irregular.