Andrés Cepeda se refirió a la polémica entre J Balvin y Residente, luego de que el puertorriqueño le criticó al colombiano que llamara a un boicot a los Grammys Latinos y comparó su música a un «carrito de hot dogs», cuando hay artistas que hacen canciones merecedoras de estrella Michelin.
«Tiene mucha razón (Residente), hay música para todos los momentos, los gustos (…) Hay música más exquisita para momentos más exquisitos y hay música más simple para momentos más simples y me parece que no la hacen necesariamente mala sino que es diferente, es música para momentos distintos», señala el cantautor colombiano.
El tema le fue planteado a Cepeda luego de que se refirió a su nueva canción «Si todo se acaba», que lanzó esta semana junto al mexicano Joss Favela, la que para él es especial porque cuenta con «conceptos muy profundos, muy lindos, unas letras muy ricas de oír, muy bien escritas, una melodía deliciosa».
«Esa es una cosa que yo extraño un poco de nuestra música pop, que se fusiona mucho con otros géneros y eso está bien, pero que bueno sentarse a escuchar una letra bien escrita, con una cosa bien sentida, con una melodía bien especial, con un arreglo grandote, muy cuidadoso, con un sentido un poco más artístico», expresa.
A punto de completar 30 años de una amplia y reconfortante carrera, que incluye tres premios Grammy Latino y muchos éxitos radiales, Andrés Cepeda confiesa en una entrevista con Efe que vive su mejor momento y se atreve a pensar que «todavía queda mucha música por hacer».
«Yo siento que estoy en un momento muy importante de mi carrera: es cuando más audiencia tengo, cuando más oportunidades tengo de presentar mi música (…) Quisiera pensar que todavía queda mucho tiempo y mucha música por hacer», revela Cepeda.
Justamente el intérprete de éxitos como «Lo mejor que hay en mi vida» o «Desesperado» valora la posibilidad de seguir creciendo al conocer compositores nuevos como Favela y de trabajar «con otros artistas».
«Se van abriendo nuevos horizontes y nuevas ideas y mientras exista ese deseo de hacer música y de seguir creando cosas diferentes, creo que seguiremos con la idea de que la carrera aún sigue, de que todavía se está empezando en muchos aspectos», dice.
+ «Si todo se acaba»
El nuevo sencillo de Cepeda es una balada nostálgica como las que han caracterizado su carrera y habla sobre el fin de una relación, sus consecuencias y el miedo a perder definitivamente a la otra persona.
«De la canción me gusta todo: me gusta la melodía, la letra, la historia, de donde nace, el concepto de que todo se termina pero a veces uno no es capaz de aceptar que las cosas se terminaron. (…) Me gustó juntar un estilo muy mexicano, muy a su manera de Joss de escribir las canciones, y mezclar eso con un sonido muy rock/pop», asegura.
El colombiano también valoró la experiencia de haber trabajado con el cantante de «La magia de tus ojos», a quien le «venía siguiendo la pista» desde hace algún tiempo.
Por eso, afirma, «juntar esos dos mundos, el de Joss y el mío, me pareció muy divertido. Es un tipo muy talentoso, muy buena onda y con quien tenemos proyectos de seguir haciendo música juntos. Nos entendimos muy bien».
+ Tras la pandemia
Para Cepeda, que se dio a conocer como vocalista de la banda de rock Poligamia en la década de los noventa, volver a los escenarios en agosto pasado junto a Fonseca, su «compadre», en una gira por Estados Unidos fue «muy emocionante» porque «si bien estuvimos muy activos con el tema del streaming y de las presentaciones virtuales, haciendo una cosa y la otra, ciertamente no es lo mismo que estar al frente a un público».
«Volver a estar en los escenarios, con el público (…) con la gente cantando, no nos imaginábamos que nos íbamos a emocionar tanto cuando llegara ese momento. Lo disfrutamos muchísimos, hicimos 11 ciudades en EE.UU., nos esperan cuatro funciones en Colombia, vamos a otros países», expresa.
El cantante colombiano también reflexionó sobre una experiencia que vivió hace muchos años cuando tuvo un accidente vocal que lo obligó a estar en «silencio total» durante dos meses y que le mostró que todo se pudo haber acabado.
«Cuando uno está en silencio y consigo mismo empieza a pensar una cantidad de cosas, a entender cosas que a veces el bullicio y la conversación que uno mantiene con el mundo, no lo permiten. Después regresé, empecé muy lentamente mi terapia, para poder volver a cantar en paz y tranquilo y cuando recuperé la voz quedé muy agradecido de haber salido bien parado de esa experiencia», concluye.