Santo Domingo.– La reconocida psicoterapeuta y comunicadora Ana Simó habló por primera vez sobre cómo vivió el escándalo público que involucró a su hermano, Juan Carlos Simó, desde su rol de hermana y no como profesional de la salud mental.
Durante una entrevista en el programa Noche de Luz, conducido por Luz García, Simó dejó claro que en situaciones familiares no aplica su ejercicio como terapeuta.
“Yo no soy psicóloga con mi familia. Soy una hermana muy presente. Amo a mi hermano con locura y voy a estar siempre para él. No soy quién para juzgarlo”, afirmó con determinación.
Explicó que, aunque muchos esperan que, como psicóloga, tenga una posición crítica o analítica, su enfoque con sus seres queridos es emocional:
“Si a mí no me piden opinión, yo no opino. Lo que me piden es mi amor, y mi amor lo van a tener”.
Un límite profesional
Ana Simó también subrayó que por ética profesional no puede tratar a familiares en consulta, y que tampoco lo hace con amigas cercanas:
“No se puede, por ética. Si tú no eres objetiva, la terapia no va a funcionar. Yo con Juan Carlos, como con mis otros hermanos, tengo sentimientos. Sería imposible ser imparcial”.
“Yo te puedo recomendar, darte seguimiento, pero no puedo verte como psicóloga. Estoy contaminada emocionalmente. Como amiga, sí; como terapeuta, no”.
Con esta declaración, Ana Simó reafirma que, ante cualquier situación difícil o escándalo público, su familia puede contar con su apoyo incondicional, dejando la crítica profesional a un lado.